Las mejores películas de 2007 (según Sensacional D)

10
Misión peligrosa
De James Mangold

Hollywood es de rachas. En el 2007 se vivió una ola de westerns: Seraphin Falls (con Liam Neeson y Pierce Brosnan), The assassination of Jesse James (con Brad Pitt) y Misión peligrosa (con Rusell Crowe y Christian Bale). Una racha bastante efectiva de filmes sobre el Viejo Oeste, entre los que destacó la cinta dirigida por el desigual James Mangold (lo mismo puede hacer Identidad que Johnny y June). Misión peligrosa recupera las temáticas básicas del género: tipos duros, violencia cruda y la justicia que se hace por mano propia. Lo mejor: la actuación de Bale, quien interpreta a un padre capaz de hacer cualquier cosa con tal de recuperar el respeto de su hijo.

9
Bourne: el ultimátum
De Paul Greengrass

Con tres exitosas películas al hombro, Jason Bourne se ha convertido en uno de los antihéroes más rentables de los últimos años en Hollywood. Encarnado por Matt Damon, este ex marine —convertido en asesino por el gobierno de los Estados Unidos mediante un proceso experimental que borró su identidad— encuentra al cierre de la trilogía las respuestas que buscaba. En esta ocasión no existe el elemento amoroso de las cintas anteriores, por lo que el guión se centra en la adrenalina. El director Paul Greengrass se luce con una serie de persecuciones muy bien filmadas, además de que dota a la película con un estilo de cámara en mano y falso documental, lo que la vuelve aún más electrizante. El mérito de la saga Bourne es que, aparte de entretener, ha sabido poner al día el cine de espías.

8
La nieve del destino
De Mark Fergus

Mark Fergus es conocido por ser uno de los guionistas de la extraordinaria Niños del hombre, del mexicano Alfonso Cuarón. Ahora debutó tras la cámara con un efectivo thriller sobre las consecuencias de saber el futuro. Jimmy Starks (Guy Pearce, probablemente el actor más desaprovechado de su generación), es un vendedor y un mentiroso irredento que queda obsesionado cuando un adivino le predice que morirá cuando llegue la primera nevada. Una vez desatada la paranoia, empieza a ver señales de su fin en todas partes. Pero, ¿en verdad hay un destino predeterminado para cada persona o el hombre es arquitecto de su propio camino? La lección más importante que aprende Starks, sin embargo, es que nadie puede deshacerse de su pasado, y que éste siempre regresará para saldar deudas.

7
El huésped
De Jong-hoo Bong

Este filme coreano fue una de las sorpresas del año. Película de monstruos mutantes al estilo Godzilla y de pocas pretensiones, resulta efectiva porque se toma la molestia de dibujar personajes entrañables en medio de las descargas de adrenalina. En primer plano, vemos a un padre incompetente que deja a su hija en manos del enemigo por una equivocación. A partir de ahí, su disfuncional familia vuelve a unirse para intentar un rescate que parece imposible en las cloacas de la ciudad. Al fondo, un gobierno que controla a la población haciéndole creer que se ha desatado un virus. Los notables efectos especiales terminan de redondear una cinta que es mucho más que simple entretenimiento.

6
Michael Clayton
De Tony Gilroy

George Clooney sigue demostrando los sorprendentes alcances de sus habilidades actorales al encarnar a Michael Clayton, un hombre que no es ni abogado ni policía, sino un “limpiador” de asuntos espinosos para una poderosa firma de abogados. Mientras la salud mental de su mejor amigo en el trabajo (un enorme Tom Wilkinson) se desploma, al llevar un delicado caso de una demanda millonaria que puede terminar con la firma a la que ambos representan, debe decidir si rendirse a los oscuros intereses corporativos o salir en defensa de la verdad. Un estilizado filme que, sin embargo, no subordina la emotividad ni los destellos de humor.

5
Eastern Promises
De David Cronenberg

Qué lejanos parecen los tiempos es que David Cronenberg hacía filmes sobre videocaseteras humanas y máquinas de escribir con anos parlantes. Su exploración sobre la identidad continúa, como lo hizo en Spider y Una historia violenta. Ahora, de la mano de un cada vez más soberbio Viggo Mortensen, logra una impactante historia sobre la mafia rusa en Londres y una valiente pediatra que se introduce en un mundo ajeno a ella con la intención de salvar a una bebé, ligada a una historia de sangre y vejaciones. Es notorio lo mucho que Cronenberg se ha sofisticado, pero eso no le ha hecho perder el arrojo. Eastern promises en un filme tan curdo como emotivo.

4
Zodiaco
De David Fincher

El director de Seven y El club de la pelea mostró madurez y aplomo con su sexto filme. Lejos de pretender un hit de taquilla como lo constituyó la cinta sobre los siete pecados capitales, en su regreso al cine de asesinos seriales apostó por mostrar un complejo entramado de personajes y sus obsesiones. La reconstrucción de los hechos que rodearon al llamado “asesino del Zodiaco”, que sembró terror en San Francisco en las décadas de los sesenta y setenta es notable, y apuesta a la inteligencia de un espectador más interesado en la reconstrucción histórica que en el derramamiento de sangre.

3
Gángster americano
De Ridley Scott

Después de haber facturado clásicos de la talla de Los duelistas, Alien y Bladerunner, Ridley Scott se volvió un director “cumplidor” en Hollywood, con filmes como Leyenda, Gladiador o La caída del halcón negro. En Gángster americano, además de homenajear a Scorsese, recupera un nivel que hace tiempo no se le veía. Sobriamente filmada, con un ritmo lento y necesario para que la historia se desarrolle, esta película muestra la corrupción del sistema americano, la decadencia moral de un país golpeado por el fracaso de Vietnam, y la debacle de una sociedad que se rinde ante el placebo de la heroína. El duelo actoral entre Denzel Washington (a quien ya le gustó hacer de malo, y qué bueno, porque le sale perfecto) y Rusell Crowe corona esta cinta que ha sido llamada la “Scarface” del 2000.

2
No hay lugar para débiles
De Joel y Ethan Coen

Los hermanos Coen siguen haciendo uno de los cines más personales y arriesgados de Hollywood. Tras las convencionales El amor cuesta caro y El quinteto de la muerte, asumieron el reto de adaptar la novela de Cormac McCarthy, quien es, probablemente, el escritor estadounidense más despiadado y relevante de la actualidad. Este thriller fronterizo que involucra a un cazador que se topa con una fuerte suma de dinero abandonada tras un tiroteo entre narcos, contiene los elementos que interesan a los Coen: una violencia sangrienta y absurda, hombres ingenuos enfrentados a su ambición desmedida y el crimen como vehículo para explicar la condición humana. Queda, además, Javier Bardem, quien encarna a uno de los asesinos más extraños, atemorizantes y memorables que se hayan visto en la pantalla grande.

1
El imperio
De David Lynch

La más reciente cinta de David Lynch es una provocación a la languideciente industria hollywoodense. Un auténtico tour de force cuyas tres horas de duración sumergen al espectador en una pesadilla tan perturbadora como estimulante. Junto con Lost Highway (1996) y Mulholland Drive (2001), Inland Empire conforma una trilogía en la que el cineasta estadounidense ha radicalizado su deconstrucción del lenguaje cinematográfico, en pos de una estructura narrativa y visual absolutamente personal que, para algunos críticos, inventa una nueva manera de hacer cine. La anécdota de una actriz madura (una espléndida Laura Dern) que se encuentra filmado el remake de una cinta polaca que parece estar maldita, es el pretexto para que Lynch transgreda como nunca antes los límites de lo convencional, pero siempre fiel a sus obsesiones: el sexo como detonante de experiencias extremas, las mujeres en peligro, los desdoblamientos de personalidad, las dimensiones paralelas y los misterios sin resolver.