El himno de Iggy Pop parece la banda sonora del recorrido: “Nightclubbing, we’re nightclubbing, we’re what’s happening, we’re an ice machine, we see people brand new people, they’re something to see”. Es el club swinger Louvre de Guadalajara, donde las expectativas desaparecen y sólo queda espacio para la sorpresa.
El bar ofrece un espectáculo travesti (12, 2 y 4 am), videos musicales y películas para estimular a los visitantes. Cuenta con una recámara para parejas heterosexuales, donde se puede ser una máquina de follar o un simple voyeur; en el salón para tríos (o multitudes), todos están invitados a hacer y deshacer. Aunque la diversión no se encuentra sólo en los cubículos: la pista es un hervidero que apenas se alcanza a refrenar.
El Louvre (Madero 676, esquina Federalismo, Centro Histórico, louvre_swingerclub@yahoo.com.mx) es un viejo caserón que se ha utilizado incluso como foro para tocadas de punk. Ahora, en su modalidad swinger, está cumpliendo diez años de vida. Adentro no se permiten teléfonos celulares ni cámaras fotográficas, por eso ilustramos con una obra de Fabrizio Musa inspirada en Eyes wide shut, la cinta donde Stanley Kubrick inspecciona las motivaciones del intercambio de parejas.
Actualización (4.22.2007): Entrevista con Mr. JAT, estrella del rap y dueño del Louvre.