Esta semana perdimos a una de esas estrellas espontáneas y popularizadas en internet: el Canaca, un comerciante del Mercado de Abastos captado por las cámaras de Televisa Guadalajara, ebrio y quien se presentaba como “hijo del papá, hijo del jefe”. El Canaca se hizo famoso por la descripción de su detención: “Me amarraron como pueeeerrrco”, renegaba frente a la cámara invasora.
Si no era suficiente con El Show de la Barandilla, chatarra de la televisión para pulverizar la dignidad de las personas, el canal de videos YouTube se volvió un repugnante archivo del patetismo de la vida cotidiana. El Canaca fue una celebridad alimentada por los amantes de la basura, que hasta versiones alternativas con música y efectos subieron al sitio.
Competía con otras escenas enfermas que transmiten en la televisión, como la “borracha de Monterrey”, cortesía de Multimedios (la compañía propietaria de este periódico), o el muchacho majadero de “¡Ni merga!”. Pura calidad informativa.
No quiero sonar amargado: soy fan de YouTube como fuente documental, de entretenimiento y de información. Aborrezco, en cambio, la destrucción de la imagen pública de las personas.
Al Canaca le tocó la mala suerte de toparse con una mujer que conducía borracha sobre una banqueta del Periférico. La mujer tuvo la buena fortuna de contar con 189,062 pesos… lo que valía la vida del Canaca según el Código Penal de Jalisco y el juez que ordenó la fianza.
Hasta Joaquín López Dóriga habló de la muerte del Canaca, con una desinformación excepcional: “uno de los personajes más famosos en la historia del internet mundial”, expresión que sólo demuestra la ignorancia web de su productor. Ojalá alguien publicara un video del respetadísimo periodista en estado inconveniente. Y una pregunta: ¿en Televisa darán seguimiento a la mujer que atropelló al Canaca? Hasta ahora sólo Mural lo ha hecho.
Lo peor que le pudo pasar al Canaca fue toparse con El Show de la Barandilla y la indefensión ciudadana: estar borracho no es un delito. Arrojar granadas, traficar drogas, violar las leyes —así sea desde el Congreso— sí son delitos.
El Canaca nunca promovió una demanda por el uso de su imagen sin autorización. Quizá ni sabía que podía hacerlo: muchos medios sólo difunden la basura.
Nota: no puse links deliberadamente. No quería postear los videos ni recomendarlos.