El embrión impreso de la Web 2.0

Gustavo Cortez García es un cazador de baches. Sale a la calle con una cámara en la mano y una pluma en el bolsillo. En sus recorridos a cualquier parte documenta pozos de antología: un hoyo señalado con un tronco, baches cubiertos con escombro, pasadizos al centro de la Tierra. Entre otras cosas, ha documentado negociaciones de policías municipales con prostitutas de la calle, puentes que se cortan a mitad del camino.
A. Edith Tornell Martínez es viajera y aprovecha cualquier momento para visitar localidades cercanas a Guadalajara. Siempre lleva cámara y bolígrafo. Ha retratado iglesias construidas en bancos de arena, campamentos de peregrinos de la Virgen de Talpa, estacionamientos para bicicletas.
Jorge Fernández Acosta es urbanista y un enamorado de Guadalajara. Dedica su tiempo libre a reparar infraestructura urbana. Gratis. Encuentra un desperfecto en el inmobiliario citadino, lo fotografía y emprende su reparación. Lo mismo un bache, el machuelo de un camellón, una alcantarilla o un monumento público.
Los tres son lectores de Público y asiduos participantes de su Correo. Más que contribuyentes de la sección, los considero reporteros ciudadanos, quienes utilizan las páginas del periódico para presentar sus hallazgos y, de cierta manera, contribuir a la construcción de ciudadanía. Uno, documentando baches; ella, invitando a visitar localidades cercanas, y el otro incitando al mejoramiento del entorno.
No son los únicos: por estos días, Javier Ponce ha mostrado las condiciones del parque Alcalde y notificado del asesinato de gatos en la zona. Héctor Daniel Torres ha presentado el estado de las calles en Lomas de San Agustín y Carmen Valenzuela Zapata ha criticado el abandono de la infraestructura en la carretera a Chapala. Todos con cámara y bolígrafo en mano. Y tampoco son los únicos.
Lo que hacen estos lectores, aprovechando las páginas de un medio tradicional (un periódico), lo realizan miles de personas en Internet. Las herramientas son blogs, álbumes fotográficos, sitios para compartir videos y audios. Se trata de un ejército de comunicadores, la mayoría sin especialidad en el área, dedicado a documentar su mundo. Miles de personas preocupadas por hacer escuchar su voz, en un fenómeno llamado Web 2.0. Y a usted, ¿le interesa?

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