Moshe, el entusiasta

El presidente israelí con licencia, Moshe Katzav, está convencido de que podrá hacer frente a las acusaciones en su contra por violación y acoso sexual. Dice, cándido y sereno, que limpiará su nombre: “Demostraré que soy inocente”. Eso habrá que verlo, porque el Ministerio de Justicia de Israel ya armó un gordo expediente contra Katzav.

El presidente pidió licencia al cargo el miércoles 24 de enero, pero de entrada se ve que la tendrá difícil: el primer ministro, Ehud Olmert, ya le puso dedo y la opinión pública lo ha sentenciado incluso antes de que comience el proceso. Existen catorce denuncias contra Katzav, pero la Fiscalía sólo ha recabado pruebas sobre cuatro casos: uno por violación de una ex asistente en la residencia presidencial, otro por forzar a otra ex empleada a tener relaciones sexuales y cuatro denuncias por actos indecentes contra estas y otras dos mujeres.

Katzav tenía buena reputación como un hombre de origen humilde que había llegado a la cima del poder, pero el escándalo ha puesto en duda su honorabilidad y ha manchado un cargo que, desde su creación a mediados del siglo pasado, nunca había enfrentado una situación similar. Katzav, entusiasta, marcará una pauta contra los déspotas sexuales.

2 comentarios sobre “Moshe, el entusiasta”

  1. Ojalá se chinguen a todos los abusadores del mundo. Aprovechan su posición de poder para someter a sus subordinados. Me encanta esta página! Chido!

Los comentarios están cerrados.