El Pentágono acaba de presentar un nuevo juguetito: el ADS (Active Denial System), ideal para paralizar enemigos en un rango de hasta medio kilómetro ¡y sin causarle daño! Se trata de un cañoncito, montado en un vehículo Humvee, capaz de disparar una onda de calor que, al contacto con la piel, se siente como si se tocara un objeto a 55° centígrados. Es como si un foco ardiendo chocara contra la piel. Una maravilla.
El juguetito costó 60 millones de dólares y su uso podrá ser masivo dentro de tres años. El Pentágono informó que la energía del ADS sólo produce una sensación temporal de calor y obliga a sus víctimas a “moverse instintivamente”. Según informó, el los rayos invisibles del aparatito no penetran la piel, pues ésta absorbe 80 por ciento de las emisiones (del otro 20 por ciento, mejor ni hablar).
Los periodistas invitados a la presentación del ADS aseguraron que se experimenta una sensación de estar en un horno muy caliente, demasiada dolorosa para soportarla y no alejarse corriendo. Casi tan divertido como meter la cabeza en el horno de microondas.
Un día quedarán atrás los hermosos cañones de agua y las balas de goma: las manifestaciones en la vía pública serán, verdaderamente, ardientes. Una prueba más de la tecnología al servicio del hombre.