Un museo para las vaciladas

El primer Museo del Sexo de México y de América Latina, como se anuncia pomposamente este lugar de la ciudad de México, resulta simplemente un catálogo de banalidades, chistes y bromas disfrazadas de “educación sexual”. El Musexo es caro, decepcionante y vulgar; un espejismo que promete saciar cualquier sed y deja la boca y el bolsillo resecos.
A diferencia del Musex de Nueva York, que hace un recorrido por la historia de la sexualidad en esa ciudad estadounidense, o el Museo de la Erótica de Barcelona, que presenta información, literatura y gráfica del mundo relacionada con el erotismo, el ejemplar chilango copia los mejores momentos del Mil Chistes y los arropa de supuesta información académica.
En el Musexo se pueden aprender definiciones redactadas seguramente por un sexólogo profesional: gerontofilia: “te calienta el chocolate abuelita”; urofilia: “placer que se contrata bajo el poético nombre de ‘lluvia dorada’ o ‘pinche miada’”. Carece de cédulas y, cuando las tiene, son chistes misóginos, homofóbicos o machistas: “Favor de no cogerse a los maniquíes”, “Agáchate por el jabón”. También destacan las definiciones de “personalidades sexuales”, plagadas del caló en una sociedad represora y de doble moral: jotita discreta, closetero, jotera, chichifo, draga, pirra, operada, aguas con tu hoyito, chacalón. Y para dejar en claro el estereotipo mediatizado de lo cachondo, todos los maniquíes femeninos superan la copa D. El mejor, quizá, es el del supuesto “exhibicionista” que desde un balcón orina a los visitantes del museo.
Queríamos utilizar el dato de que la instalación del Musexo costó dos millones de pesos, difundida antes de su inauguración el 10 de noviembre de 2006, pero después de leer sobre el supuesto discurso museográfico y comparar con la realidad, nos abstuvimos: ya no creemos nada. La entrada cuesta casi 5 dólares, que más vale emplear en un café con una buena revista de sexualidad o ya de plano la Playboy, menos vulgar y más constructiva. La dirección, para el que quiera cerciorarse por sí mismo, es 16 de Septiembre número 11, tercer piso, en la plaza Sex Capital, 5789-8342.

3 comentarios sobre “Un museo para las vaciladas”

  1. Concuerdo con todo lo dicho aqui, de hecho yo fui hago una recomendacion a los que estén pensando visitarlo, una recomendación: no vayan, es un completo fraude, lo que nunca te dicen es que si te cobran por entrar, por entrar a ver los locales de la sex capital no pagas algo, pero si quieres entrar a la zona de los bares, restaurantes, cine o el museo te cobran $80.00 por un pase que te da supuestamente acceso a todo pero si quieres ver los shows tienes que consumir algo para que te puedas sentar en alguna de las mesas, la comida es mala y cara si no consumes puedes estar de pie, pero casualmente a todos les estorbas y te mueven de un lado a otro. El museo es una vacilada porque de museo no tiene algo, creo que la mayor cantidad de artículos son dildos y vibradores y esos los puedes ver en las tiendas, al cine ya ni entramos y total que mejor nos salimos y te vas con una frustración y un sentimiento de que fue un robo consentido
    Saludos…

  2. Pues más o menos así salimos los redactores de este Sensacional D del Museo del Sexo. Coincidimos contigo: es un fraude, por las expectativas que genera y la realidad de su contenido. Deberían cobrar la entrada a dos pesos y regalar golosinas u otra cosa.
    Gracias por tu comentario, porque reitera la advertencia a los posibles visitantes-víctimas de ese museo: no vayan, es una vacilada!
    un abrazo!

  3. coincido totalmente, es una vulgaridad el musexo, fui hace como 2 años con mi primer novio de toda la vida y mi hermana; la verdad? lleno de letreros, maniquies y anotaciones q dejan bastante que desear,es guarro, y las vulgaridades sinceramente no tienen tantita gracia, rayan en lo patetico. la cantidad de vibradores que se encuentran alli son como en cualquier sexshop, solo q aqui te cobran por LO MISMOOOOOOOOOOO. probablemente en una cantina, carcel o escuela preparatoriana de pesima catego pongan cosas mas poéticas y ocurrentes. creo q la farsa no llego a costarles de inversion mas de 20 mil mugrosos pesos.

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