Cómo excitar a un panda

En el reino animal, los osos panda son exactamente lo opuesto a los conejos. Los osos panda se están extinguiendo porque, entre otras cosas, se niegan a reproducirse. Los bambúes les interesan más que el sexo. Chuang Chuang y Lin Hui, por ejemplo, son una pareja de osos panda de seis y cinco años de edad, respectivamente, que habita en un zoológico de Tailandia y que lleva cuatro de absoluta castidad. En su desesperación, los directores del lugar han ideado un audaz plan para despertar la libido del lánguido macho: le proyectarán videos “porno”. Se trata, por supuesto, de filmaciones de otros animales. La teoría es que Chuang no tiene la menor idea de cómo aparearse, así que recibirá una especie de curso intensivo. Por más descabellada que parezca esta iniciativa, no es nueva. El diario El Mundo dio cuenta en 2002 de los “cursos de educación sexual” llevados a cabo en el Centro Nacional de Investigación de Reproducción de Pandas Gigantes de la provincia de Sicuani, en Beijing. Dentro del amplio catálogo de las perversiones humanas, lo sabemos, existe la zoofilia. Pero ahora estamos asistiendo al nacimiento de algo insospechado: la pornografía para animales. Habrá que abrir pronto una sex shop especializada que contribuya a la causa de estos poco calenturientos animales.