¿Asesino imaginario?

O.J. Simpson acaba de incursionar en el género. Lo hizo con un libro, titulado Si lo hubiera hecho (If I did it), en el que imagina los métodos que habría utilizado para asesinar a su ex esposa, Nicole Brown.
Simpson fue el principal sospechoso del asesinato —aún no aclarado— de Brown y su amigo Ronald Goldman, en 1994. Un jurado con mayoría de personas negras lo absolvió en 1995; un año después, un jurado con mayoría blanca lo condenó a pagar 33.5 millones de dólares por daños y perjuicios. Simpson esperaba recuperar ese dinero con la publicación de su libro y la venta de una entrevista exclusiva en la que hablaba sobre el tema. Hasta que se enteró Rupert Murdoch, dueño de la editorial y de la cadena de noticias Fox, y canceló el proyecto el lunes 20 de noviembre. Los familiares de las víctimas también reaccionaron y abrieron una página web para condenar el proyecto: Don’t pay OJ.
El juicio fue un foco de atención para los medios, que exprimieron al máximo el morbo producido por el caso del astro deportivo e incluso transmitieron la persecución del intento de fuga de Simpson. Se habló de conspiraciones, siembra de evidencias falsas y racismo.
Los amantes del morbo perdieron una oportunidad magnífica para conocer los oscuros abismos de OJ Simpson, una figura central del asesinato a puñaladas de Nicole Brown y Ronald Goldman.