Política de cuerpos y piernas

Si esto no es política fina y de interés nacional, de plano no sabemos a qué santo encomendarnos.
Se trata de las declaraciones de Gerardo Fernández Noroña, vocero del Partido de la Revolución Democrática (izquierda), sobre su compañera de partido y presidenta de la Cámara de Diputados Ruth Zavaleta Salgado.

22 de octubre de 2007:

“Ya revisando la historia, desde el 1 de septiembre [Zavaleta] había entregado el cuerpo. Esa es la verdad, nada más que ahora ya quedó muy claro que está en esa posición”.

26 de octubre de 2007:

“Todo por un huesito de presidenta de la Mesa Directiva [de la Cámara], porque es un huesito. Con qué poquito se marea la gente […] No tiene remedio. Confunde la institucionalidad con la subordinación, la conducción de la Cámara con la claudicación, la modernidad de la izquierda con el colaboracionismo. El
poder la ha envilecido”.

29 de enero de 2008:

“[Zavaleta] sólo durará un año como presidenta de la Cámara de Diputados, tres años como diputada, pero le quedará toda la vida la vergüenza de haber sido objeto de un colaboracionismo ramplón”.

Y acá va la perla, cortesía del ex candidato presidencial por el PRD, Andrés Manuel López Obrador, relacionada con el encuentro de la diputada Zavaleta con el nuevo secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño:

27 de enero de 2008:

“Sería muy bueno que Mouriño, ahora que anda visitando, de afanosito, agarrándole la pierna a todo el que se deja, políticamente hablando, sería muy bueno que de una vez aceptara debatir”.

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