La guillotina de Sarkozy a Internet

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, firmó un acuerdo con proveedores de Internet y productoras de contenidos que permitirá cancelar el acceso a la red de los usuarios que descarguen música y películas ilegales. El acuerdo es una medida contra la piratería que coarta libertades y no ataca las raíces del problema. Como México y su guerra al narcotráfico: en lugar de combatir las causas, llena las ciudades de policías y militares. Irracional.

El acuerdo es creación de ciegos, que no prevén la conexión a Internet como un derecho fundamental. Por ahora es un servicio privado y de lujo, pero pronto los gobiernos deberán ofrecerlo gratuito a sus ciudadanos. Como signo de los tiempos, basta revisar las medidas que tomará el SAT mexicano para el pago de contribuciones: a partir del segundo semestre de 2008, todas las declaraciones deberán presentarse por Internet. Todas.

Quizá usted no baje películas ni música de la red, quizá apenas utilice correo electrónico, revise periódicos o la cartelera, ¿pero sabe qué uso le dan sus hijos a la red de casa? Imagine a la más chica, fanática de Avril Lavigne, ansiosa por conocer más música de la cantante. ¿Le gustaría que le cancelaran el acceso? ¿Que lo ficharan entre las compañías de Internet? ¿Cómo pagará sus impuestos?

Y peor están cuando no se preguntan por qué la hija más chica descarga la música de Avril. ¿Pensaron Sarkozy y sus muchachos que la música es extremadamente cara en las tiendas? ¿Que quienes cometen el primer fraude son las disqueras transnacionales, ofreciendo sus mercancías como si incluyeran diamantes? ¿Que en el mayor de los casos se prohíbe hacer copias de discos y películas incluso sin fines de lucro? En lugar de atacar las causas, envían a sus ciudadanos al siglo pasado.

El acuerdo es la pena capital contra los usuarios de Internet. Mejor que Sarkozy fortalezca más acciones como la obligación de que Apple vendiera su iPhone sin candados (lo que permite que cualquier proveedor distribuya el teléfono inteligente de la manzana) y la migración del equipo de cómputo del Parlamento francés a Linux (el software gratuito y abierto, que no paga licencias y se adapta a las necesidades de los usuarios). Pero en Francia la guillotina se usó hasta hace relativamente poco: 1977.

La foto de este post la tomé de Avizora