En comparación con el blog de Alfonso Petersen, alcalde de Guadalajara, el blog de Rafael Correa, presidente de Ecuador, sí muestra claridad, objetivos y perspectiva. Sus administradores saben bien quién es el público al que se dirige y cuál la estrategia. Esa es la diferencia fundamental entre los blogs de estos políticos, que abrieron en el lapso de un mes.
Como escribí el domingo pasado, el blog de Petersen no ha sido más que un tablero de buenas intenciones, sin coyuntura ni actualidad. Esta semana, el alcalde pudo aprovecharlo para hablar sobre su aumento de sueldo (a 143,500 pesos mensuales, que al final rechazó), pero no, dirimió el asunto en la prensa tradicional. Que el blog siga de adorno.
El espacio de Correa cumplirá mañana dos semanas. Sorprende que, con tanta expectativa generada a su alrededor, el blog tenga una sola entrada y ninguna respuesta a los 103 comentarios recibidos. Silencio, como en el de Petersen. Hay que esperar nuevas noticias, pero por el momento fue bien recibido en la comunidad web 2.0, por la plantilla utilizada, los enlaces a otros sitios y blogs oficiales, el uso de YouTube y Flickr y la tabla de comentarios, en la que no es necesario suscribirse.
Además, el video inaugural contiene un mensaje explosivo: “Ustedes que usan el Internet como fuente de información y comunicación efectiva y que encontraron en la web 2.0 un instrumento democrático para expresarse sin las restricciones de las perversas manipulaciones, a las que los medios de comunicación tradicionales nos tienen acostumbrados”. De fondo, acompañan a Correa los nombres de las tecnologías que hacen posible la web social (AJAX, RSS, CSS, XML) y de productos insignia (Blogger, MySpace, Wikipedia, hi5).
Desde antes de llegar al poder, en enero, Correa ha mantenido duros conflictos con la prensa de su país e incluso ha interpuesto denuncias por difamación. No sorprende que vea en la web 2.0 la posibilidad de una comunicación directa con un auditorio que sobrepasa las fronteras de Ecuador.
Correa, a diferencia de Petersen, quiere un blog como herramienta para su proyecto político, no como un artículo decorativo ni porque sea chido tener un blog.