Parecería que sólo existe una razón de peso para fornicar: la calentura. Pero no es así. Según una investigación del departamento de Psicología de la Universidad de Texas, existen 237 razones.
El estudio, que será publicado por la International Academy of Sex Reserch, mediante su Archives of Sexual Behavior, ahonda en las motivaciones detrás del viejo “uno-dos”.
Entre las respuestas que dieron las 1,549 personas entrevistadas a la directa pregunta de “¿por qué tener sexo?”, estás las obvias de “para tener hijos” o “por placer”, pero junto a ellas hay unas sumamente extrañas y originales como “para quemar calorías” y “para quitarme le dolor de cabeza” (no especifica cuál).
Otras respuestas incluían el altruismo (“quería que la otra persona se sintiera bien consigo misma”) y la reciprocidad (“para pagar un favor”). Desde Sensacional D proponemos tres para que la cifra cierre en 240: “para que no me lo cuenten”, “¿por qué no?” y “por favor”.
Yo propongo:
Porque si ellos pueden, yo tambien
Más que la nada original encuesta sobre por qué la gente tiene sexo, me resultó interesante la fotografía que eligieron para ilustrar la nota, acaso el tipo que está debajo de la fotografía del rostro es el mismo?, si es así, qué significa? finge su orgasmo? y si no es el mismo, será buena técnica colocar la foto de alguien apuesto sobre un tipo no atractivo a la hora de tener sexo?.
Y bueno para satisfacer a la pregunta que hicieron a los lectores, les daré una muy original respuesta sobre el por qué es bueno tener sexo basándome en una historia real:
Aunque suene a mentira, pero la «amiga» de una «amiga» tuvo sexo en varias ocasiones con un sacerdote que se la ligó en uno de esos famosos retiros espirituales. Cuando la chica le cuestionó al cura el por qué no cumplía con el voto de castidad y tenía sexo con ella, el le respondió lo siguiente: es que cada vez que termino me llega la iluminación y el don de lenguas.
Qué tal?
Genial!!! Gracias por esta joya Gema… Eres GRANDE.
Sin duda, el mejor post en mucho tiempo. Aunque, obviamente, faltó en el listado de razones la joya nihilista: «Porque sí». ¡Memos!