La sacerdotisa de los condenados

Es la reina del erotismo vintage. Dita Von Teese ha traído al siglo XXI la gloria de las chicas pin up, del burlesque; es una de las principales promotoras del revival de los corsets victorianos, de la religión de la cintura de avispa. Su mayor inspiración: la vanguardista Bettie Page, quien en la década de los 50 perfiló la cultura del bondage, el látigo y el cuero. Tanto en su sitio en Internet como en sus actos ambulantes, Von Teese reivindica el matrimonio de la carne y las prendas íntimas, recordándonos que un cuerpo parcialmente desnudo es tan estimulante como la revelación completa de la piel. Medias de malla, ligueros, tacones de aguja, boas, boinas, gorros de piel de leopardo y los mencionados corsets que estrangulan sus costillas… todo sobre el generoso y deslumbrante escenario de su piel blanquísima. Pocas mujeres como ella para conjugar de manera inmejorable la voluptuosidad con la elegancia. Su acto estrella rinde tributo al esplendor de los cabarets de la posguerra: el baño de champaña en una tina transparente. Dita Von Teese, la sacerdotisa de los condenados: al voyeurismo, al insomnio, al obsesivo culto del fetiche.