Collage Pipenta: Schwob es una maravilla

II

Reír es dejarse sorprender por una negligencia de las leyes: ¿Creíamos entonces en el orden universal y en una magnífica jerarquía de causas finales? Pues cuando hayamos sujetado todas las anomalías a un mecanismo cósmico, los hombres no reirán más. Sólo podemos reír en tanto que individuos. Las ideas generales no afectan a la glotis.

 

Reír es sentirse superior. Cuando nos arrodillemos en las esquinas para hacer nuestras confesiones públicas, cuando nos humillemos para poder amar mejor, habremos superado lo grotesco. Y los que hayan descubierto, más allá de toda relatividad, el valor idéntico de su yo y de una célula componente o solitaria, sin comprender las cosas, las respetarán. El reconocimiento de la igualdad entre todos los individuos del universo hará que los labios ya no se levanten sobre los caninos.

 He aquí cómo podemos interpretar en esa época un juego abolido del rostro: «Ésta especie de contracción de los músculos cigomáticos era propia del hombre. Le servía para indicar a un mismo tiempo su falta de inteligencia hacia el sistema del mundo y su persuasión de que era superior al resto.”

 

 

La religión, la ciencia y el escepticismo de los tiempos futuros solamente conservarán una pequeña parte de nuestras lamentables ideas sobre estas materias, y es seguro que la contracción de los músculos cigomáticos ya no tendrá lugar. Me gustaría entonces señalar a quienes se interesarán por las cosas del pasado, la obra que excitó, en nuestra época bárbara, la mayor efusión de esta desaparecida risa. Sé que se sorprenderán ante la boca convulsionada, los ojos lacrimosos, los hombros sacudidos, el vientre agitado, tal como nos sorprendemos nosotros de las extrañas costumbres de los primeros hombres; pero suplico a las personas esclarecidas que reflexionen sobre el gran interés que tienen los documentos históricos, sean de la índole que sean.

 Texto: fragmento del ensayo “La risa” del genial Marcel Schwob. En “Ensayos y perfiles”, Fondo de Cultura Económica, 1987.

Imágenes: Dos instalaciones de Mike Nelson, quien representará a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia del 2011.