“Vengo desde San Luis Potosi a Guadalajara solo para ver y escuchar a Ozomatli”, contó Alfonso Zavala. Andó por las calles, saludó a sus colegas, vivió cosas curiosas. “Valió la pena”.
Zavala, con sus colegas los Ozomatli, de playera azul con una H en el pecho, una boina en la cabeza, una sonrisa emocionante y el dedo pulgar arriba.
Plática con Alfonso Zavala, en la avenida Mariano Otero, minutitos después de su encuentro con Ozomatli.
“Soy Alfonso Zavala, hoy llegué a Guadalajara a las siete de la mañana, me fui a comer al centro de la ciudad y pregunté dónde era el foro donde se presentaría Ozomatli. Me explicaron y dije: la mejor manera de conocer una ciudad es caminando por sus calles. Me vine caminando desde el centro hasta la FIL, llegué y pregunté dónde tocaría Ozomatli, el chavo de la puerta del foro me dijo que estaban en el soundcheck y que en unas horas saldrían a comer, que los esperara y tal vez conseguiría una foto con ellos. De mientras me fui a conseguir algunos libros en la feria pero no tuve éxito, buscaba algunos de los 70 y 80 y las editoriales no los traen. Salí y regresé a la puerta del foro donde se presentaría Ozomatli y esperé un rato. Valió la pela, tuve la oportunidad de conocerlos en persona, los sigo desde hace muchos años. Yo toco en un grupo que se llama Sol Negro, luego les mando información para que me escuchen. Ah, ya probé el tejuino, es una cosa muy curiosa pero sabe rica. Mucho gusto en conocerte.”
Reportó: Tania Ochoa
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