Noñazos en ConCómics

Esta no será una columna sobre los usos de la tecnología, como intento cada domingo. Será de ñoños, para ñoños. Quien se sienta despreciado, lo invito al mondo ñoño: el mejor lugar de una galaxia muy, muy lejana.

Sabía que dos ñoñazos como Jorge Báez y yo pasaríamos inadvertidos en el paraíso instalado en Expo Guadalajara. Fuimos preparados a la ConCómics: cámara, micrófono, invitado especial y muchas calcomanías. Fuimos a trabajar. ¿Quién dijo que una feria de cómics, anime y Star Wars es una pachanga? Porque tenía razón.

Realizamos entrevistas para nuestra maloliente Composta Amateur, un podcast que producimos desde agosto de 2007 (un podcast es algo así como un programa de radio para internet). Nuestro invitado fue Mariño González, amigo, compañero de trabajo y sabio ñoño.

Hablamos con Óscar González Loyo, creador del cómic Karmatrón. En el cuarto de los tiliches de mi primaria —la 12 de Octubre, en La Guadalupana— tenían amontonados cientos de números. Juanito y yo nos escabullíamos hasta allí, para conocer a los guerreros Kundalini. Estábamos en kinder o ya en primero. Platicar con González Loyo fue mi Ratatouille. Mariño escribió ayer sobre esta entrevista en su Disco Roboto.

Hablamos con Javier Rivero, un artista del doblaje, quien ha hecho las voces de muchísimos personajes, como La Vaca, de La Vaca y el Pollito, o el desterrado anfibio Jar Jar Binks de la serie de Star Wars. Javier destacó la grandeza de Jorge el Tata Arvizu, el más célebre artista del doblaje del país, el genio que volvió Don Gato y su Pandilla una serie de culto en México, cuando en Estados Unidos está prácticamente olvidada.

Hablamos con dos ñoños irredentos del Star Wars Fan Club Guadalajara. Uno iba ataviado de Darth Maul y el otro de oficial del Imperio. Su misión no era dominar la galaxia, sino disfrutar de una afición compartida por miles de personas en el mundo.

Entrevistamos al responsable del mejor stand de juguetes en ConCómics: tenía a Voltron, a Mazinger Z, a personajes de la Segunda Guerra Mundial (¡Hitler y Rommel como figuras de acción!), un casco oficial de Stormtrooper por 5,500 pesos y un batimóvil de la serie de los setenta que desquició a Mariño.

La Composta ñoña estará lista en los próximos días. Les aviso.

Un comentario sobre “Noñazos en ConCómics”

  1. Señor Soto: para reivindicarse, puede intentar escribir una columna sobre cómo Internet y la cultura en línea han ayudado a construir la Edad Dorada de los Friquis.

    ¡Saludos!

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