Opciones mínimas

Guadalajara no se distingue por su número de lectores, ya sea de noticias o de literatura, a pesar de ser sede de la Feria Internacional del Libro, el mayor encuentro de la industria editorial en español. En una ciudad de 4.5 millones de habitantes, las librerías son mínimas y, lo peor, se concentran en una zona de la ciudad.

En el caso de puntos de venta de periódicos y revistas sucede lo mismo. Fuera del centro de Guadalajara, por lo general es un reto localizar un kiosco. Un caso: en la calzada Independencia, desde el Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara hasta González Gallo, no hay un solo voceador de crucero.

Los periódicos son pocos: cinco o seis, según los parámetros con que se mida, y entre todos no superan los 160 mil ejemplares diarios. Mis números son empíricos, pero, a la alza, irrebatibles. Juntos, los capitalinos El Universal y La Jornada superan los 200 mil ejemplares diarios.

La ciudad cuenta con algunos periódicos gratuitos, como, por ejemplo, El Tren y La Gaceta de la UdeG. No hablo de revistas locales porque las desconozco: considero que la mayoría son financiadas por el Estado, ya sea a través de instituciones públicas o de becas (me gusta Tedium Vitae, que acaba de ganar una).

En este escenario de pocos lectores y pocas opciones de lectura —al menos locales, porque los Sanborns ofrecen unos mil títulos diferentes—, insisto en una idea de la semana pasada: me sorprende la reacción contra el placazo, que, más allá de las movilizaciones en la calle, motivó a los opositores a enviar una avalancha de cartas a la prensa, aunque no haya reflejado en todos los medios.

No es común esa participación ciudadana en Guadalajara. Las mayores concentraciones, por lo regular, son manifestaciones religiosas. Ahora se trata de un tema político: el rechazo de una medida gubernamental. La participación de la gente es imprescindible para la consolidación de la democracia. Parece un artículo de otra sección, pero es fundamental: la ciudad necesita opciones para leer y en las que, quien lo desee, pueda expresar sus puntos de vista. Y eso, para Guadalajara, sólo se ofrece en Internet.