Las imágenes han dado la vuelta al mundo. Se han transmitido una y otra y otra y otra vez. Se trata de uno de los más grandes robos del fútbol internacional y una acción tramposa por donde se vea: en tiempo extra, el atacante francés Thierry Henry recibe un balón que controla y se acomoda con la mano, luego centra y cae el gol que mete a Francia en el Mundial de Sudáfrica 2010. A la chingada el fair play y, junto con él, Irlanda, que quedó fuera del Mundial.
En distintos medios se han alzado voces condenando o defendiendo la actuación del jugador galo. Hay quien dice que se debió a la calentura del partido, al ansia de ganar y todas esas cosas. Henry se ha limitado a declarar, con una elocuencia digna de los grandes: «Sí, fue mano. Pero yo no soy el árbitro». Así de simple. Lo cierto es que lo que hizo Titi —que así le dicen— es repobable: es validar el uso de las trampas. El caso ha recordado la mano de Maradona en México 1986, del que también ya hemos hablado aquí.
No sabemos qué es peor: si el hecho en sí o la galantería con la que Henry celebra la anotación. Los irlandeses, por lo pronto, ya piden a la FIFA que se repita el partido. Seguirito los van a mandar… al banquillo de espera.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, aquí les dejamos el video para que juzguen según se les antoje.