Es la protagonista de Fringe, la más reciente serie de televisión de J.J. Abrams, productor y creador de ese culto global llamado Lost. Anna Torv personifica a Olivia Dunham, una agente especial del FBI perteneciente a una división que se dedica a investigar casos extraños y aparentemente inexplicables: combustión espontánea, teletransportación, virus mutantes, dimensiones paralelas… en fin, todo aquello que hace la vida interesante. Una puesta al día de Los expedientes secretos X, con mucha adrenalina, cabos sueltos y personajes misteriosos que la vuelven adictiva.
La australiana Torv, sin embargo, destaca por encima de sus compañeros de reparto debido a su belleza glacial, heredada de antepasados estonianos.
En la serie que la ha lanzado a la fama, y que actualmente se encuentra en su segunda temporada, suele aparecer con su uniforme de agente especial, un atuendo poco sexy. Por fortuna, la revista Esquire la convenció de romper el hielo y mostrar su faceta “fuera de servicio”.
Con esta sesión fotográfica, Torv nos recuerda que el misterio más grande de todos es el de la piel femenina.
Las fotos aquí publicadas, por supuesto, son creación de Esquire.
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