La postura del Arzobispado de Guadalajara abona a la intolerancia: Agenda Feminista

Compartimos un comunicado de Agenda Feminista, colectivo fundado en 2008 que agrupa a más de diez organizaciones civiles y académicas que trabajan por la defensa de los derechos de las mujeres, al respecto de un artículo en el Semanario, órgano de información de la Arquidiócesis de Guadalajara. El texto al que se hace referencia, publicado el 14 de marzo y firmado por Érick Noriega, dice, entre otras barbaridades: «Las feministas radicales están entre nosotros. Son sagaces, operan políticamente, hacen ruido, escándalo, gritan, lloran, se visten de negro y van al Congreso del Estado para fingir ser golpeadas por policías». Y: «Hoy el feminismo se ha convertido en femimachismo; es decir, han adoptado las actitudes y posturas de los machistas, las mismas que ellas critican y combaten. Peor aún, es una especie de feminazismo, donde se decide quién tiene derecho a vivir y quién no; cómo se debe y se puede ser mujer, independientemente de su naturaleza».

La edición del Semanario, dando clic en el enlace.

Y acá, el comunicado de Agenda Feminista:

La postura del arzobispado abona a la intolerancia

Ante las afirmaciones del artículo publicado el pasado 14 de marzo en el Semanario, publicación que es la voz oficial de la Arquidiócesis de Guadalajara, bajo el título “Grupos pro género, ¿a favor de la mujer?”, Agenda Feminista de Jalisco expresa su preocupación por las descalificaciones hacia el trabajo que realiza para mejorar las condiciones de vida para las mujeres en Jalisco, y por la condena implícita que se hace en general al trabajo de los defensores y defensoras de los derechos humanos, así como a las organizaciones no gubernamentales que han buscado la construcción de espacios para el diálogo social.

Jalisco tiene el primer lugar en índices de violencia contra las mujeres. De las cinco mil denuncias que recibió el DIF estatal por violencia intrafamiliar en 2009, en 90 por ciento de los casos las víctimas han sido mujeres. Seis de cada diez usuarias del transporte público han sido hostigadas sexualmente por varones y este problema es tan grave que el gobierno del estado ha decidido crear rutas y espacios de transporte exclusivos para ellas. Jalisco es el tercer estado de la república con mayor índice de feminicidios en el país. Esta es la realidad que se vive todos los días en nuestro estado.

Desde el año pasado las mujeres mexicanas han sido víctimas de una avanzada legislativa que ha buscado, y logrado con éxito, limitar sus derechos reproductivos y sexuales con leyes que protegen la vida desde la fecundación. Esto contradice la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Recomendación General 24 del Comité de la ONU, que el gobierno mexicano ratificó y está obligado a cumplir. La jerarquía de la Iglesia católica ha apoyado esta limitación de los derechos reproductivos de las mujeres desde diversos espacios y resulta extremadamente grave que ahora use sus medios para enviar un mensaje de intolerancia a la población, al calificar a los movimientos que apoyan la lucha de las mujeres de “feminazismo” o “femimachismo”.

En el debate sobre los derechos de las mujeres, y en particular sobre el acceso legal al aborto, el reto para un sistema justo y democrático, es construir espacios de discusión y tolerancia. Es lograr el respeto para que diversos puntos de vista puedan expresarse y ser tomados en cuenta en la vida pública. El aborto y la violencia contra las mujeres son problemas de salud pública que cuestan la vida a mujeres, católicas y no católicas, todos los días. En el terreno de la salud pública penalizar el aborto no ha resultado una medida efectiva de defensa de la vida: mujeres católicas y no católicas abortan a diario en condiciones de riesgo, lo que propicia más muertes y la criminalización de las mujeres.

El artículo del Semanario plantea la discusión legal sobre el derecho al aborto como una “lucha de opuestos” o una pelea por ver quién tiene derecho a vivir y quién no. Esto es falso y sólo abona a la intolerancia. Lo que está en juego es la defensa de los derechos humanos de las mujeres, reconocidos internacionalmente y ganados a lo largo de la historia en una lucha permanente por lograr una sociedad más equitativa para todos y todas.

copy & paste: Cultura Pirata /imagen: DRM