El fin del mundo está cerca. Y será, como dijo Lemony Snicket, una serie de eventos desafortunados: una anciana encenderá una aspiradora en la planta alta de un edificio de departamentos. El ruido molestará al vecino de abajo, que a su vez despertará al bebé de los vecinos que, como consecuencia, molestará a los vecinos y así hasta que una colilla de cigarros vaya a parar a una pipa de gasolina estacionada afuera de un consulado, que desencadenará una guerra nuclear. Y todo esto tendrá un color: verde. Verde como la portada del libro Nina Complot, autoría de Karen Chacek e ilustrado por Abraham Balcázar y que es, para más seña, la novedad editorial de Almadía.
La también autora de Una mascota inesperada cuenta que su nuevo libro nació como una especie de venganza personal contra una vecina suya amante de las aspiradoras ruidosas que, para completar, tenía ocho pericos. «Me volvía loca. Tenía dos alternativas: subir a su departamento y causar destrosos o buscar una salida imaginativa», cuenta Chacek. Evidentemente, optó por la segunda: creo la historia de Nina Complot, una niña que hereda de su padre el gusto por reír de las idioteces que cada tanto hacen los adultos.
Enfrentar el problema con un proceso creativo, dice Karen, es parte de un mecanismo de supervivencia. «La imaginación es nuestro instrumento por excelencia para encarar buenos y malos momentos, aunque a veces se nos olvida». Añade también que para echar a bolar la imaginación no es indispensable que todas las historias para los pequeños tengan que ser como burbujas que evadan la realidad. «Nina busca decirle al niño, o recordarle, que en el mundo cotidiano puede hechar a volar su imaginación. No es necesario estar sumergido en mundo ideal para poder volar libremente».
Con dos libros infantiles en su haber, Karen Chacek asegura que estos tiempos que corren son ideales para la literatura infantil porque las editoriales están promoviendo los libros como un juguete más. «Se está quitando esa asociación que liga la lectura con sólo el estudio o a un afán de aleccionar a los niños», dice la escritora. Y aquí estamos de acuerdo.
Hizo preguntas y luego escribió el post: Turco Viejo