El Santiago, un río de porquería

El río Santiago es una cuenca de porquería, sin oxígeno, rico en ácido sulfhídrico y de espectacular espuma blanca. A su costado vive mucha gente que, al paso de los años, ha visto cómo familiares y vecinos enferman de cáncer, males respiratorios y dermatológicos. ¿Datos oficiales? No existen, para qué, si al cabo no es un problema de salud pública un río enfermo. En México no lo es, aunque el Tribunal Latinoamericano del Agua lo considere un grave problema de salud para los pobladores.

En la liga les dejo el reportaje de Paula Islas publicado en la revista Magis del Iteso, «A orillas de la enfermedad» (también llegan dándole clic a la fotografía), y abajo la serie de cuatro reportajes audiovisuales de Vanesa Robles para Canal 6 de Megacable.

Ma. Guadalupe Hernández Flores
7 años, nevo epidérmico verrugoso
Nació y vive en El Salto. Desde los cinco meses fue diagnosticada con el síndrome de nevo epidérmico verrugoso, una rara enfermedad de la piel. No va a la escuela por petición de la directora del plantel, debido a que otros niños se burlaban de ella. Vive a unos pasos del río Santiago con su madre Beatriz, de 22 años (en la imagen), su abuela y dos hermanos menores. A su madre y a su abuela les preocupa la contaminación, porque cuando se intensifica, la enfermedad de Lupita empeora. La trataban en el Hospital Dermatológico, pero la familia no puede costear los viajes a Guadalajara.

Parte 1: Érase una vez un río, reportaje de Vanesa Robles