La pregunta no era quién ganaría los 200 metros en los Mundiales de Atletismo de Berlín: Usain Bolt era el ganador cantado. Las preguntas giraban más bien sobre en cuánto tiempo llegaría a la meta y cuánto bajaría el récord mundial. La respuesta llegó hace unos minutos cuando el jamaiquino se confirmó como el hombre más veloz al parar el cronómetro en 19.19 segundos, bajando por mucho el récord que él mismo había impuesto en Bijing el año pasado y que marcaba 19.30.
Hace unos días el velocista había impuesto el récord en 100 metros con una marca de 9.58 segundos. Las matemáticas nos dicen que Bolt no baja la velocidad cuando corre 200 metros: la división de 19.19 entre 2 nos da, según la calculadora, 9.59. Una nada. El corredor arranca y le da lo mismo tirarse de un jalón 100 que 200 metros.
Ahora la(s) pregunta(s) es: ¿se trata de una marca definitiva? ¿podrá mejorar todavía más sus tiempos? ¿cuándo llegará otro corredor que lo destrone? ¿se puede correr más rápido? Por ahora no creemos que sea algo que le preocupe a don Usain.