Dice el refranero, que sabio es, que en todos lados se cuecen habas. Y en Sudáfrica no es la excepción: allá también hay conflictos laborales. Los trabajadores involucrados en la construcción de instalaciones de cara a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 decidieron parar sus martillos y alzar la voz para declararse en huelga. ¿La causa? Los bajos sueldos que perciben por sus labores.
Según datos de la Unión Nacional de Mineros, el paro de labores es protagonizado por cerca de 70 mil trabajadores mineros y constructores. Es tal la cifra, que ya va en camino de entrar en los Récords Guinnes como una de las huelgas más numerosas. Los rijosos exigen un aumento salarial del 13 por ciento, considerando que algunos perciben apenas 1.5 dólares por hora trabajada y, en algunos casos, muchos apenas logran completar 5 dólares a la semana. Como referencia y para entender la proporción aportan el siguiente dato: al mes, el salario mínimo sudafricano ronda los 200 dólares (poco más de 6 dólares diarios).
La nota comenzó a dar la vuelta al mundo por una pequeña razón: el paro es indefinido y, por lo tanto, pone en riesgo que los estadios, y las instalaciones en general, estén listas en los tiempos decretados por la FIFA, a saber: seis meses antes de que comience la competición. Es decir, todo debe estar en su punto a más tardar en diciembre-enero. En total, son cinco estadios los que todavía están en proceso de construcción.
Faltan 336 días para el arranque del Mundial. ¿Habrá patada inicial en Sudáfrica? Estaremos al pendiente.