En la semana me preguntaron qué era un podcast. Y respondí la clásica: que es un archivo de audio producido para distribuirse por internet, una mezcla entre programa de radio y canción, que puede llevarse y escucharse a la hora que el usuario quiera… Yo también me hice bolas.
Un podcast es como radio pero no es. Se produce como si lo fuera, con micrófonos —si es hablado—, y una computadora donde guardar y posproducir. Una vez terminado, el archivo se cuelga en la red para que otros lo puedan descargar y llevar. Suena difícil, pero es una cosa bastante sencilla: basta imaginación y aventarse.
La magia de los podcasts, escribí en agosto de 2008, es que son infinitamente más baratos que hacer radio y su distribución es muchísimo más fácil. La palabra es una combinación de “pod”, basado en iPod, el reproductor portátil de la compañía Apple, y broadcast, que en inglés significa emitir o transmitir. Podcast, aventuro, es “transmitir al iPod” o transmitir a un reproductor portátil. Más bolas.
¿Qué le toca hacer al usuario? Buscar en internet un podcast que le guste, regularmente son gratis, descargarlo a su computadora y escucharlo desde ahí o desde su reproductor digital, ya sea iPod o Zune o teléfono celular. Si al usuario no le gustó el contenido, pues no lo vuelve a descargar y listo.
En caso contrario, si el usuario cae rendido a los pies del podcast, puede suscribirse para que le avisen de las actualizaciones. Para eso puede usar servicios como los RSS o el iTunes, en la sección de “Podcasts” que aparece en la barrita de la derecha.
Hay podcasts de todo tipo y para todos los gustos. En México comienzan a producirse cada vez más y con mejor calidad en la producción. Entre los que me gustan y que ya he reseñado aquí están los de Warpig, un músico de la ciudad de México que hace comentarios bastante ácidos sobre la vida; el de Alt1040 para la mexicana Jambitz, conducido por Eduardo Arcos para los clavadazos en la tecnología y la web 2.0, y el de Suena en el Estéreo de la revista R&R de Olallo Rubio: lo conduce el Patas y son puras novedades de música.
Yo estoy suscrito a muchos podcasts, de los cómics a las noticias de política, y a veces me gustan más que el radio: los puedo escuchar cuantas veces yo quiera y a la hora que yo quiera. La próxima semana le sigo.
Y hoy no se pudo compostear… =(