Fue la iniciadora de los sueños húmedos de muchos hombres. Todo en ella era provocador y adelantado a lo que se veía en televisión en esa época: su traje entallado, su antifaz, su látigo, su sujetador puntiagudo como los que utilizarían estrellas del pop años después: fetichismo puro. La Gatúbela de la serie televisiva del Batman de los años sesenta es memorable por diversos motivos, pero sobre todo porque, al lado de un Hombre Murciélago con sobrepeso y un Robin amanerado, ella era la que se encargaba de poner la adrenalina y la agudeza. Julie Newmar fue quien encarnó de manera inmejorable a la villana que coqueteaba con Batman mientras se hacía con jugosos botines, en un juego literalmente del gato y el ratón. Una femme fatale que soñaba con casarse con el chico bueno, pero que prefería seguir las pulsiones de su naturaleza y abrazar el mal, el crimen, la huida… Esas cosas que vuelven a la vida interesante.