Los políticos mexicanos y la tecnología no parecen llevarse bien. Un caso espectacular es el alcalde de Zapopan, Juan Sánchez Aldana, quien repitió el jueves una idea que nadie le ha corregido, o al menos él no ha brindado la información suficiente para considerarla factible: la contratación de Google Inc. como proveedor de servicios de vigilancia satelital.
Lo que plantea el alcalde es un Big Brother ultramoderno: que desde el espacio se vigile, día y noche, que no haya invasiones en el perímetro del bosque La Primavera. Para empezar, Google no posee un satélite ni ha rentado uno ni nada. Si la compañía de California se aventurara a adquirir uno, sería la noticia del año.
Segundo, Google no ofrece servicios de vigilancia. De hecho, la mayor parte de sus servicios son gratuitos, por eso es la joya de la corona web 2.0. Si Google ofreciera el servicio del que habla Sánchez Aldana, su costo superaría el ridículo monto planteado esta semana: esa tecnología no se ha logrado ni en Estados Unidos, así que ofrecerla por “2.5 millones de pesos” suena mejor que Barbarella conquistando la galaxia.
Lo que sí es posible son los monitoreos de posicionamiento satelital, a través del GPS, incluso desde teléfonos móviles de tercera generación, pero aplicarlos como sistemas de vigilancia exige mucho más que un contrato de 235 mil dólares.
La plataforma Google Earth, de la que ha hablado Sánchez Aldana, se nutre de dos fuentes: imágenes satelitales —la mayoría de la NASA— y fotografías aéreas, combinadas con herramientas topográficas y de geolocalización. Se trata de imágenes fijas, fotografías tomadas en determinado momento del día o la noche. Detectar de esta manera a un ladrón —o un invasor de La Primavera— sería imposible: el acto criminal y la toma fotográfica tendrían que coincidir en el tiempo.
Para poner un ejemplo reciente: la idea de Sánchez Aldana va más allá de la aplicada en la película Deja Vu (2006), de Tony Scott y con Denzel Washington como protagonista. Mejor sería que el alcalde se pusiera a escribir buenos libros de ciencia-ficción.
La foto pertenece al periódico El Informador.