La atleta mexicana Ana Gabriela Guevara merece todo nuestro respeto. Incluso podríamos admirar lo que logró en las pistas de velocidad en el mundo, pero con resbalones como este, que encontramos en la revista Grafilia, nomás nos quedamos en el respeto. Discúlpanos, Anita.
Sin explicar por qué la Guevara parece monografía de papelería ni por qué sale tan en cueros, apenas cubierta con un ramo de flores, la revista Grafilia le ha dedicado una de sus páginas a “Los sacrificios de una campeona”. Como intentar verse femenina.
Ana, ¿por qué lo hiciste? Deja ese trabajo a las verdaderas Palmas Salvajes.
De paso, nos prometemos que si volvemos a ver la revista Grafilia en la calle no la llevaremos a casa: no está bien engomada y se desprenden sus páginas. Además, no trae ningún artículo interesante y no acredita las fotos que publica (por ejemplo, publica una foto que vi hace semanas en la portada de Cancha, el suplemento deportivo del diario Mural).
Montamos una buena canción de The Moldy Peaches transformada en un himno en las guitarras y las voces de Paulie Bleeker y Juno MacGuff (Michael Cera and Ellen Page), de la excelente cinta de un excelente director, Jason Reitman, quien conquistó nuestros cinematográficos sentidos con su amoral Thank You for Smoking (2005).
Considerábamos a Juno la mejor película que habíamos visto este año en la cartelera de México, pero después de La môme. Pero esto es tema de otro post, que algún día escribiremos.
You’re a part time lover and a full time friend The monkey on you’re back is the latest trend I don’t see what anyone can see, in anyone else But you
I kiss you on the brain in the shadow of a train I kiss you all starry eyed, my body’s swinging from side to side I don’t see what anyone can see, in anyone else But you
Here is the church and here is the steeple We sure are cute for two ugly people I don’t see what anyone can see, in anyone else But you
The pebbles forgive me, the trees forgive me So why can’t, you forgive me? I don’t see what anyone can see, in anyone else But you
I will find my nitch in your car With my mp3 DVD rumple-packed guitar I don’t see what anyone can see, in anyone else But you
Du du du du du du dudu Du du du du du du dudu Du du du du du du dudu du
Up up down down left right left right B A start Just because we use cheats doesn’t mean we’re not smart I don’t see what anyone can see, in anyone else But you
You are always trying to keep it real I’m in love with how you feel I don’t see what anyone can see, in anyone else But you
We both have shiny happy fits of rage You want more fans, I want more stage I don’t see what anyone can see, in anyone else But you
Don Quixote was a steel driving man My name is Adam I’m your biggest fan I don’t see what anyone can see, in anyone else But you
Squinched up your face and did a dance You shook a little turd out of the bottom of your pants I don’t see what anyone can see, in anyone else But you
Du du du du du du dudu Du du du du du du dudu Du du du du du du dudu du But you
Habíamos olvidado postear esto. Sin palabras. El video fue montado en YouTube el 11 de febrero y lleva 169,564 vistas. Sucedió en Ciudad Victoria, Tamaulipas.
¿Pero qué le pasa a este gordo? Recibir tu nueva computadora y abrirla siempre es un momento hermoso de la vida, pero no es para venirse encima de ella. ¡Es una computadora, por dios!
Este gordo, más nerd imposible, parece protagonizar una película porno mientras desempaca la MacBook Pro de 15 pulgadas, 2.4 Ghz, de 2 GB en RAM y 200 en disco duro.
Entre los comentarios que han dejado en YouTube hay algunos delirantes:
He almost fuck the new computer So is he having an orgasm or what?
Lets all be honest… remember when you open your first Apple box? Same shit happen to you!!!….Funny
Este último tiene bastante razón, pero ¿a ese extremo?
Diez días después del anuncio, seis fotógrafos de distintas ciudades de Estados Unidos inauguraron un blog para decir: “No. Encontremos alternativas. Salvemos Polaroid”. La considero una campaña perdida, pero el esfuerzo no deja de emocionarme: tiene los toques de idealismo y optimismo suficientes para invertirle tiempo.
El 8 de febrero pasado se notificó el fin de una vertiente de la fotografía “análoga” (tradicional): la película instantánea. La firma Polaroid decidió cerrar las únicas tres fábricas que producían su producto insignia. Hacía años que sólo producían cartuchos para la última generación de cámaras, la serie 600. El mercado, han argumentado, está copado por el mundo digital. Y hacia allá vamos, remataron. Polaroid le ha apostado todo a su gama de productos digitales y reproductores multimedia.
Los seis fotógrafos de Save Polaroid dicen lo contrario: las películas instantáneas todavía son negocio y lo vamos a demostrar. Abrieron un grupo en la comunidad Flickr, que a la fecha lleva 1,367 miembros y 213 fotos Polaroid publicadas. También armaron un “paquete de acción”, con postales prediseñadas para enviar por correo electrónico, y una lista para recabar firmas de apoyo.
La mejor línea de la campaña se basa en pedirle a la compañía que ceda la licencia de su película instantánea a Ilford y Fuji, que todavía producen material tradicional (película de 35 milímetros, papel fotográfico, químicos de revelado). “Nada convencerá a las compañías a producir película instantánea salvo el conocimiento de que hay un gran mercado para ellas”, argumentan.
Save Polaroid es una guerra perdida. La fotografía digital ha conquistado todos los sectores —con excepción de los mercados de culto, como Polaroid y Holga—, debido al abaratamiento de las tecnologías y a la convergencia digital. El proceso fotografiar + revelar + imprimir + escanear + publicar contra fotografiar + publicar. ¿Cuál elige?
Una cámara digital puede costar 1,500 pesos, con la posibilidad de hacer las impresiones que uno desee, contra los 500 pesos en promedio que costaba una cámara Polaroid, más los 120 pesos del cartucho (de la serie 600) con diez impresiones. Un mundo de diferencia.
Me aficioné a Polaroid con la cámara SX 70 de mi papá. Presumía una tecnología de enfoque con un sensor de sonido (sonar focus, le nombraron). Después me hice de una 600. Las Polaroid no van a regresar, pero subiré algunas al Flickr de Save Polaroid. No está de más un poco de optimismo en un mundo que se reinventa cada semana. ¿O será en menos tiempo?
La foto fue captada con SX 70, en una sala del Trompo Mágico Museo Interactivo de Guadalajara, cuando hice mi servicio social ahí, hace ya unos tres años.
Más fotos de la serie Polaroid réquiem, para agradecer los buenos momentos que nos regalaron las películas instantáneas.
La imagen fue captada con One 600. Muestra a un tigre apacible, en plena digestión tras una fructífera jornada de cacería en Villas de San Juan, un territorio violento, lleno de infantes, adolescentes con guitarras y amantes de la música de banda.
A la mañana siguiente, el tigre ya no estaba ahí: alguien lo colocó en los tendederos de la azotea, para que le diera el sol.
¿Y dónde bailan esto? Ni se les ocurra preguntar, pero «lo baila Rajoy, lo baila Hugo Chávez, lo baila Zapatero»…
El ChikiChiki, como lo demuestra Rodolfo Chikilicuatre en este video, es un baile entre reggaetonero y hiphopero, que incluso ha llegado a las canchas de futbol de España. Y se ha convertido en una sensación. Signos de que el mundo no camina bien.
La rolita y el baile fueron creados por Rodolfo Chikilicuatre, colaborador del programa Buenafuente de La Sexta, “que se ha convertido además en el representante de España en el próximo Festival de Eurovisión”, el 24 de mayo.
¿En qué momento se perdió la esperanza en la vida humana? ¿Será que el futuro nos alcanzó y nuestros amores serán máquinas? Este gordo, fenómeno extraño del universo, quiere decirnos algo (como aquel perro saltarín).
Excelente comercial de la firma Sway Studio para el nuevo Pontiac G8 (ningún vínculo documentado con el Grupo de los Ocho), que mezcla animación 2D, basada en el videojuego Spy Hunter del NES, con cinematografía de ciencia ficción.
Lo posteamos porque está bien chingón. ¿Alguien opina distinto?