Marion Cotillard se llevó el Oscar a la Mejor Actriz por su interpretación de Edith Piaf en La vida en rosa (La Môme, 2007). Pero ni el Oscar ni el Cesar de la academia francesa ni el Globo de Oro ni el Étoile d’Or son suficientes para premiar una actuación magnífica sobre la que pende una cinta excelente.
El título de la película en América, La vida en rosa, poco abona para imaginar una biografía complicada y llena de adversidades, como la que enfrentó Edith Giovanna Gassion, debota de Santa Teresa de Jesús, de amigos fieles y voz única y portentosa.
Buenos detalles cuando Edith señala, en la sala de un estudio de grabación, las fotografías de Billie Holliday y se ríe porque ella y la cantante estadounidense coinciden en el año de nacimiento o cuando Marlene Dietrich (interpretada por Caroline Sihol), al terminar una interpretación de Edith en Nueva York, se le acerca para agradecerle el viaje sentimental a las calles de París.
En la cinta, responsabilidad de Olivier Dahan, también actúan Sylvie Testud (Mômone), Pascal Greggory (Louis Barrier), Emmanuelle Seigner (Titine), Gérard Depardieu (Louis Leplée) y Marc Barbé (Raymond Asso).