Moja la brocha

Ahora que andamos metidos en exposiciones eróticas en Guadalajara, hay que comentar la apertura, esta noche, de la galería El Hotelito, a una cuadra de la Vieja Central Camionera.

Se trata de un espacio bizarro en la zona más bizarra de Guadalajara, más allá del barrio de San Juan de Dios y la calle Gigantes, eje habitual de la noche profunda y la perversión. El Ballenas es un clásico y algún día hablaremos de él.

El Hotelito es literalmente eso: un hotelito con 14 habitaciones, baño incluido, para la acción más lúbrica del ser humano: la folladera. Y eso fue lo que presentaron ayer en la apertura de la galería. Obras eróticas para mojar la brocha.

La historia del congal también es de lo más bizarra: un coleccionista de arte pagó al artista Javier Arévalo con las escrituras del hotel, en el epicentro de la decadencia de una ciudad que no responde a las necesidades de sus habitantes. Prostitutas, lenones, minoristas de drogas… todos conviven cerca de una unidad administrativa del Ayuntamiento de Guadalajara. Y ahora serán parte del escenario de una galería de arte.

La sensación es claustrofóbica hasta el tuétano: habitaciones de tres metros cuadrados con escenas eróticas y pornográficas, como en el cuarto del anfitrión Arévalo, quien monta sobre una cama un cuadro de gran formato de una chica inspeccionando su sexo. Con gente, la exhibición parece un acto masivo de voyeurs.

La exhibición, bastante recomendable, podrá apreciarse hasta el 29 de febrero en la calle 28 de Enero número 740, casi esquina Ángeles, en el barrio de Analco. El horario de apertura es de 17:00 a 20:00 horas. No hay teléfono.