Entre llantos:
—¿Papá? ¿Papá?
—Háblame bien, mija, ¿qué pasó?
…Y los supuestos secuestradores entran en acción:
—¡Mira, señor, tengo aquí a tu hija y quiero que me des 200 mil pesos! ¡Te doy media hora!
Es la grabación de un secuestro virtual, al que le queda mejor el título de extorsión telefónica, exprés. Y es una exclusiva del Sensacional D.
La grabación es de la Procuraduría de Justicia de Jalisco, de la investigación de una banda de extorsionadores recién desmantelada. Operaba en Guadalajara y en la ciudad de México. Se conformaba de cuatro personas, una de ellas domiciliada en el Reclusorio Norte.
La banda, según la pesquisa judicial, operaba así:
- indagaba las actividades de sus víctimas y del objetivo a “secuestrar”
- esperaba un momento en que el supuesto secuestrado se veía obligado a apagar su teléfono celular (en el cine, en un banco, en una gasolinera, en un avión)
- entonces llamaba a la casa del “secuestrado” y extorsionaba a la familia
Una operación rápida y efectiva.
La voz femenina del audio es apócrifa: no se trata de la hija del hombre que responde la llamada, sino de una integrante de la banda. Ante el impacto de la noticia, los familiares de la víctima virtual no tienen otra que encontrarse con los “secuestradores” y entregar el dinero del rescate. La banda habría operado con este método al menos en seis ocasiones.
Se trata de una operación delictiva con bastante auge. Según la Procuraduría de Jalisco, en lo que va de 2007 se han recibido 41 denuncias, de las que se resolvieron cuatro (entre ellas, la que nos ocupa). El año pasado fueron 109. Y esos son los datos confirmados, falta la cifra negra: las extorsiones no denunciadas. Los expertos afirman que es sobre 300 por ciento de la cifra denunciada.
La extorsión ubica a las víctimas en un estado de conmoción: temen por la vida de su ser querido. Sobre todo porque las palabras de los “secuestradores” no dan muchos motivos para el optimismo: “No le va a pasar nada, te voy a dar mi palabra, somos gente de respetar”.