Mes: enero 2007

Es uno de los puentes emblemáticos de los Estados Unidos, inmortalizado en numerosos filmes, entre ellos Vértigo de Hitchcock, dónde un hechizado James Stewart rescata de las aguas a la fantasmagórica Kim Novak. Pero actualmente el Golden Gate de San Francisco es motivo de una oscura polémica: ¿debe o no ponérsele una barrera que impida que la gente se arroje al vacío desde su impresionante estructura? Las autoridades están alarmadas debido a que el 2006 registró un notable incremento de suicidios en el puente: 34, contra el promedio de 19 de años anteriores. Los detractores de esta medida creen que la instalación de algún tipo de valla o red de nada servirá, pues los suicidas simple y sencillamente escogerán cualquier otro lugar para tomar “el tren nocturno rumbo al gran adiós”, como le llama el escritor James Ellroy. El Golden Gate es el sitio favorito de los estadounidenses para quitarse la vida: mil 250 brincos desde 1937, año en que fue construido. Sólo 26 personas han sobrevivido. Una de ellas aparece en el polémico documental The Bridge, realizado por Eric Steel, quien colocó cámaras ocultas en diversos puntos del Golden Gate en el 2004. De los 20 saltos que captó, eligió siete para armar su filme, tras identificar a los suicidas y buscar a los familiares para contar sus historias. Kevin Hines, un hombre de 25 años con desorden bipolar, sobrevivió porque, según relata en la cinta, se arrepintió al momento de brincar y cambió la posición del cuerpo (de horizontal a vertical) antes de chocar con las aguas del Pacífico. El impacto ocurre a 120 km/h.

Quienes se han internado en la legendaria Zona Roja de Ámsterdam, saben que existe un universo paralelo en el que las mujeres aguardan detrás de vitrinas, un mundo de cristales y luces sangrientas en el que la prostitución, más que negocio, parece el hermoso sueño de un vampiro. Tenía que ser precisamente Holanda, el país más evolucionado en cuanto a libertades se refiere –incluso la eutanasia es legal- y particularmente su capital, la ciudad de los canales oscuros y las muchachas insomnes, el lugar en el que se instalará la primera estatua que rinde homenaje a la figura de la prostituta. La agencia AFP reporta que el centro histórico de Ámsterdam contará a partir de marzo con una estatua de bronce en honor de “las acomodadoras del teatro de la noche”, como les llama el escritor inglés J.G. Ballard. La escultura Els Rijerse es la autora de la obra, un encargo de una ex meretriz, Mariska Majoor, quien hace diez años creó un centro de información sobre la prostitución. La obra representa a una mujer con aspecto de seguridad en sí misma, con las manos en las caderas y la mirada hacia el cielo, en el umbral de una puerta. La nueva Estatua de la Libertad.

La expo de entretenimiento para adultos AVN, la mayor muestra de pornografía del mundo, tuvo otra de sus exitosas emisiones en Las Vegas del 11 al 13 de enero pasado. Uno de los productos que más llamó la atención fueron unos video-lentes en los que se puede ver una película XXX completa. La empresa Body Care Resort es la responsable de este gadget, que cuesta 349 dólares y que es compatible con los últimos dispositivos de entretenimiento, desde las consolas Xbox 360 y PlayStation 3 a los reproductores iPod y Zune. La idea es que se pueda disfrutar privadamente de un filme hardcore aunque el espectador se encuentre en un lugar público. Con este aparato estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo tipo de voyeur: el que se resguarda detrás de las gafas oscuras, pero no para mirar las piernas de las muchachas al pasar, sino para aislarse en esa especie de eye-theatre mientras se deleita con el circo de la carne. Así sea.

Daspu, la singular línea de ropa de las prostitutas de Río de Janeiro, ha anunciado que su colección otoño-invierno 2007 estará inspirada en las obras de arte que han inmortalizado a “la profesión más antigua del mundo”. Titulada Puta Arte, la nueva línea consta de camisetas, vestidos, faldas, blazers y pantalones, que lo mismo exhiben a María Magdalena que obras de Picasso o Lautrec. La colección fue concebida por Gabriela Leite, ex prostituta, creadora de la marca lanzada hace un año y responsable de Davida, una organización no gubernamental de lucha contra el sida y defensa de los derechos de las trabajadoras de la calle. Enhorabuena por estas muchachas que encontraron en la ropa –quien lo iba a decir- un medio para combatir los prejuicios que existen contra su profesión.

El término “cabecitas blancas” adquirió recientemente una connotación siniestra. Si en México vivimos el drama de “la mataviejitas”, en Japón está sucediendo exactamente lo contrario. El País da cuenta de un informe publicado por el diario Yomiuri, según el cual los crímenes cometidos por personas de 65 años o más se dispararon en ese país en 2005, alcanzando el 10% de los crímenes totales. Las autoridades, por supuesto, están preocupadas, sobre todo porque no se explican la razón de tal fenómeno. De cada 100 mil personas, en la tierra del Sol Naciente 165 son abuelos peligrosos. En otras partes del mundo se han reportado noticias similares, como la banda de asaltantes de Alemania o diversos asesinatos en España. Sabemos que los ancianos son la población más desatendida de las sociedades modernas. ¿Se trata acaso de una insospechada rebelión?

Calificado como “el fotógrafo del desastre”, el trabajo de más de 50 años del mexicano Enrique Metinides está alcanzando con justicia resonancia mundial. En 2002 expuso en la Casa de América de Madrid y este año en la galería Blum & Poe de Los Ángeles. Actualmente debuta en Nueva York, en la galería Anton Kern, que expone hasta mediados de este mes 35 fotografías que reflejan el peculiar talento de Metinides para capturar en imágenes el drama cotidiano de la Ciudad de México: electrocutados, ahogados, atropellados, suicidas… El diario El País señala que el mexicano de 72 años de edad, actualmente retirado, no se conformó con recoger instantáneas para los diferentes tabloides en los que laboró, sino que tuvo el nervio de “lograr un encuadre artístico cuando de lo que se trata es de sangre y lágrimas”.