Otro Nobel en FIL: Orhan Pamuk

El autor de Me llamo rojo, Nieve y Estambul, Premio Nobel de 2006 realizará este 29 de noviembre, en Guadalajara, tres actividades para la Feria Internacional del Libro. Aquí les presentamos al autor turco.

composta pamuk

Cuando Orhan Pamuk era pequeño soñaba con otro Orhan Pamuk, un niño que no había nacido rico y que era libre en esa Estambul mágica y nostálgica que los occidentales sueñan. Cuando Orhan Pamuk era adolescente soñaba con ser pintor y describir en óleo y lápiz todos esos rincones de Estambul que el otro Orhan había recorrido. Cuando Orhan Pamuk creció cayó en cuenta de que ese otro Orhan no era más que la escritura, la ficción, y que a ella tendría que rendirle pleitesía durante el resto de su vida porque “Uno sólo puede ser uno mismo contando historias”, registró en El libro negro el Nobel de Literatura de 2006 otorgado por la Academia Sueca debido a su “búsqueda del alma melancólica de su ciudad, descubriendo nuevos símbolos del choque y el entrelazamiento entre culturas”.

La apertura del Salón Literario en el Auditorio Juan Rulfo, la presentación de una novela y una sesión para firmar libros. Esto hará Orhan Pamuk el 29 de noviembre durante la edición 23 de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara. El autor heredero de la pasión literaria turca por su historia, el esplendor de su pasado y la nostalgia de su presente, visita México por primera vez y llegará con la edición en español de “El Museo de la inocencia”, novela cuya presentación inauguró la Feria del Libro de Frankfurt en 2008.

Orhan Pamuk, hoy el escritor más importante de Turquía también galardonado con el Premio France-Culture en 1995; el Premio al Mejor Libro Extranjero del New York Times en 2004 y el Premio de la Paz de los libreros alemanes en 2005 visitará Guadalajara, una ciudad, normalmente el tema central de sus nueve novelas, un libro de memorias, un compilado de ensayos y otro de discursos publicados al español pero escritos en turco, su lengua materna y la de sus cuatro maestros según Estambul, su libro de memorias: el poeta Yahya Kemal, el historiador Resat Ekrem Kocu, el novelista Ahmet Hamdi Tanpınar y el cronista Abdülhak Sinasi Hisar, cuatro escritores que conoció cuando “soñaba con escribir una gran novela de Estambul al estilo Ulysses«.

Y por las calles de una ciudad surge la esencia de la obra de Pamuk. De una Estambul ficticia, añorada o tan real como el rostro de sus pobladores (una de las imágenes que siempre surgen en sus novelas) donde el autor descubre a través de una historia un motivo complejo, seductor y profundo. En cada historia Pamuk se transforma en un escritor diferente y normalmente retoma la tradición del género negro para preguntarse sobre la esencia de las ciudades y lo que las construye: sobre la relación entre imagen-arte y nostalgia en la antigua Estambul del Imperio Turco Otomano del siglo XVI en Me llamo rojo a través del asesinato de un ilustrador; sobre la desaparición repentina de una mujer y un columnista para encontrar la verdadera identidad de Estambul en “El libro negro” o en medio de una ola de suicidios femeninos en Kars para cuestionar al mundo islámico en “Nieve”, asuntos más que polémicos en su cultura por los que 2004 fue llevado a juicio por “insultar y debilitar la identidad turca”, litigio truncado en 2006 por presiones internacionales. Una visita que ya muchos esperaban.

De La maleta de mi padre para recibir el Nobel de Literatura:

“El secreto de la escritura no reside en una inspiración que nunca se sabe de dónde va a venir, sino en la obstinación y en la paciencia. Es como ese dicho turco: ‘cavar un pozo con una aguja’”

“La sensación más turbadora que me ha provocado la literatura, a la que he entregado toda mi vida, ha sido cuando he tenido la impresión de que ciertas frases, ideas o páginas que me hacían excepcionalmente feliz no las había encontrado yo sino que me habían sido ofrecidas generosamente por alguna fueraza ajena a mí”

“Me gustaría considerarme parte de esa tradición de escritores que se alejan de la sociedad y se encierran en un cuarto con sus libros dondequiera que se encuentre, en Oriente o en Occidente. Para mí, el comienzo de la literatura verdadera están en la persona que se encierra en un cuarto con sus libros”

“Todos los escritores que han consagrado su vida al oficio conocen esta realidad: sean cuales fueren las razones que nos llevaron a sentarnos a la mesa, el mundo que nos creamos tras años de escribir llenos de esperanza acaba situándose en un lugar completamente distinto”.

De El autor implícito para recibir el Premio Puterbaugh

“Todos los días necesito ocuparme un tanto de la literatura para ser feliz. Como esos enfermos que tienen que tomar cada día una cucharada de su medicamento para seguir vivos”

“Mi trabajo es estar intuitivamente atento: observar complacido el interior de los hogares, subirme con mis personajes en coches y autobuses y pasear con ellos por Estambul cambiando instintivamente lo que veo cuando me aburro, divertirme de manera irresponsable , como se dice de los niños, aprender mientras me divierto”

“Lo mejor de escribir, de la escritura creativa, es poder olvidar el mundo como un niño, sentirse sin responsabilidades al tiempo que nos divertimos como más nos apetece”

De En Kars y en Frankfurt para recibir el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes

«Mis novelas están escritas con ese material, la vergüenza, el orgullo, la opresión y la ira. Y como provengo de un país que llama a las puertas de Europa, sé con cuánta facilidad esos frágiles sentimientos a veces prenden hasta alcanzar dimensiones peligrosas”

Texto: Dolores Garnica
Foto: Tonatiuh Figueroa

Un comentario sobre “Otro Nobel en FIL: Orhan Pamuk”

Los comentarios están cerrados.