Que la FIL se apeste

Que quede claro: el de arriba no es, ni de lejos, un titular que busque el escándalo. Tampoco es peyorativo o busca ser un insulto. Lo que pasa es, simplemente, que llega la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y la Composta está lista para recibirla con los brazos abiertos. Y, como el rey Midas, todo lo que toca la Composta se apesta. Sea entonces.

Un día antes de la inauguración, los pasillos de la FIL se llenaron de gente
Un día antes de la inauguración, los pasillos de la FIL se llenaron de gente

La FIL Guadalajara llega a sus 23 años. Se acerca, inexorablemente, al cuarto de siglo. Y este año huele más urbana que nunca. Más callejera. Más cosmopolita —lo que quiera que esto signifique. Porque para su edición 2009, el que se presume como el encuentro librero más importante en habla hispana eligió a la ciudad de Los Ángeles como invitada de honor. Y, al menos por la avanzada de exposiciones que durante la semana se han ido inaugurando, ha sido un acierto rotundo. Y el programa literario, seguramente, lo certificará.

Entre las carreras y el montaje de stands, los afiches permanecen impávidos
Entre las carreras y el montaje de stands, los afiches permanecen impávidos

Como viene ocurriendo cada año, la FIL es cada vez más grande. Y no importa que sea año de crisis: una vez más, Expo Guadalajara lucirá llena de libros. El programa de actividades es enorme y casi inabarcable: se necesitará mucha voluntad y condición física para recorrer el recinto ferial una y otra y otra vez. Durante nueve días desfilarán por sus pasillos cerca de 500 autores: el Premio Nobel de Literatura, Orhan Pamuk; el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, Rafael Cadenas; el Premio Reina Sofía de Poesía, José Emilio Pachecho; los rockstars de las letras Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa (y, quién sabe si aparezca, Gabriel García Márquez y su silenciosa pero multitudinaria presencia), Sergio Pitol, Margo Glantz, Vicente Quirarte, Cornelia Funke, Élmer Mendoza, Cristina Rivera Garza, Jorge Volpi, Paco Ignacio Taibo II, Andrés Neuman… y un etcétera que se prolonga con nombres de todos los colores y sabores. Omisión: por segundo año consecutivo el nombre del brasileño Rubem Fonseca no aparece en el programa. Y eso lo lamentamos.

Con grandes grúas, muchos detalles para afinar antes de la gran inauguración de hoy
Con grandes grúas, muchos detalles para afinar antes de la gran inauguración de hoy

Los Ángeles no se quiso quedar atrás respecto de sus predecesores como invitados de honor, así que armó una delegación que, dicen los amantes de los números, rondará los 400 artistas. Encabezados por Ray Bradbury —que no estará acá, pero dará una videoconferencia y, entonces, será como si estuviera—, desfilarán más de 50 autores que viven en la ciudad angelina, o nacieron ahí y se fueron a escribir a otra parte. Porque esto también hay que decirlo: aunque Los Ángeles es el invitado oficial, las muestras artísticas que se ofrecerán durante los nueve días de fiesta son un mosaico que involucra a creadores de casi todo Estados Unidos, no en vano el National Endowment for the Arts le entró con todo a la programación. Es, casi casi, como si el invitado de honor fuera, en realidad, todo el país del Norte. Los Lobos, Ozomatli, ciclos de cine, teatro, exposiciones de arte contemporáneo y de fotografía, más conciertos. Todo eso se vino de California. Mucho se ha dicho de la invitación, sobre todo por los planes de la UdeG de expandir sus dominios a la ciudad californiana: se dice que se invitó a la tierra de Villaraigosa para allanar el proyecto de expansión. París, dicen, bien vale una misa y, en este caso, bien vale una FIL.

A unas horas de la apertura de la FIL 2009, los trabajadores llenaron la Expo
A unas horas de la apertura de la FIL 2009, las herramientas dieron música a la Expo

Hay mucho más qué decir de la feria y no, un post no es suficiente. Falta, por ejemplo, hablar del programa del Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, del programa académico, de los premios y los homenajes, las actividades literarias dedicadas a lenguas no latinas, las actividades para profesionales, la primera venta nocturna en la historia de la FIL… el aliento no es suficiente, el tiempo menos. Por eso hemos armado todo un equipo y, además, queremos que nos ayuden: en esta Composta encontrarán un espacio dedicado a las crónicas de los visitantes que, sin duda, ayudarán a que nuestra cobertura, que es para ustedes, sea más completa.

Porque se acaba noviembre y llega la FIL. Porque es una fiesta. Porque es inabarcable. Porque es necesario estar ahí. Porque queremos apestar esos pasillos y llenar de cochinada los stands. Por eso llegó la Composta. Para que la FIL, al final, apeste. Y muy rico.

Buena feria.

texto: Cultura Pirata/fotos: Carolina López Padilla