El artista angelino Mark Dean Veca ha intervenido un par de espacios en el Instituto Cultural Cabañas, que conviven con los murales de Orozco. Esta es una charla durante la realización de la obra, que, dice el autor, pretende reflejar «la admiración que ofrezco a este sitio».
Veca aplica acrílico rojo a sus intrincadas formas, inspiradas en diseños franceses del Siglo XVIII
Algo de Ukiyo-e, mucho del Pop Art de los setenta, del intrincado Art Nouveau francés y belga, dibujos animados estadunidenses y japoneses, humor negro, sátira sexual, un poco de estética sicodélica, lo que usted entienda por arte clásico, mucho graffiti y una inspiración extra debido a presencia de los murales José Clemente Orozco.
Una mezcla, un collage pictórico es lo que regala Mark Dean Veca al Instituto Cultural Cabañas estos días y hasta el 4 de enero. Después, su intervención con aerosol y acrílico se borrará para siempre.
Revenge of phantasmagoria, de Mark Dean Veca (Shreveport, LA, 1963), actividad realizada dentro de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, festejará el encuentro de dos culturas, tan cercanas y tan distintas, como lo son la tapatía y la angelina.
Sabe bien cruzar las fronteras culturales utilizando lo que parece su antítesis, la «Era de la información», ese atiborramiento que aglutina, que es el detonante de su pintura, dibujo e instalación desde su estancia en los ochenta en el Otis Art Institute de Los Angeles, patrocinador oficial de su obra en Guadalajara.
Mark Dean Veca transforma los espacios hasta volverlos impresionantes. En el Instituto Cultural Cabañas interviene un par junto a los murales de José Clemente Orozco.
Primero tapizó la sala con aerosol amarillo y naranja, para después agregar, en acrílico rojo, intrincadas formas inspiradas en diseños franceses del Siglo XVIII. Después, creó su fauna, su mezcla fantástica repleta de dibujos y referencias sociales y culturales.
Dean Veca, un artista visual conciente de la alegría del exceso por estos tiempos y sin remordimientos entre la pintura y las expresiones culturales populares. Y para comprobarlo, algunas preguntas…
¿Cómo proyectó Revenge of Phantasmagoria?
Cuando visité el Instituto Cultural Cabañas hace algún tiempo me impactó su arquitectura, así que traté de inspirarme en ella, en el ambiente del lugar para sorprender al espectador. La pieza versará sobre la admiración que ofrezco a este sitio, pero quizá querría que resultara más una invitación para que el que la vea, se interese más por el Cabañas, por su contexto… y es que tener a José Clemente Orozco aquí resulta un honor.
Es un confeso admirador de Orozco, ¿por qué le interesa su obra?
Es un maestro de la escala y la proporción, un gran comunicador de mensajes y, sobre todo, de ideas. Pero mi obra es muy diferente a la de él, la visión del mundo que yo intento plasmar en mi trabajo es más abstracta, es una combinación y una mezcla de las fuentes más reales que encuentre, desde las bellas artes hasta lo comercial. Revenge of Phantasmagoria surge de patrones franceses pero también de la caricatura.
Mucho en su obra tiene que ver con el arte urbano, ¿cree que este tipo de manifestación ya está a la par de las bellas artes?
Claro, y estoy contento porque el arte urbano o el cómic y las bellas artes reciban el mismo respeto. Yo no creo en la jerarquización del arte, pero tampoco creo ser un artista urbano. Quizá tengo influencias, pero mi formación fue en la pintura y la escultura.
Planeó durante mucho tiempo Revenge of phantasmagoria ¿hay improvisación en ella?
Primero se proyecta el diseño y después los patrones, eso se planea antes y se hace con un equipo de gente. Después yo me quedo solo para improvisar con aerosol y pintura negra. Son dibujos que salen de repente, que surgen al momento y que ni yo sé cómo resultarán. Surgen al aislarme en las salas y al escuchar música. Escucho rock clásico, country, jazz, rap y hasta a Javier Solís o Pedro Infante.
En buena medida usted representará a la ciudad de Los Ángeles, ¿cómo es allá el movimiento de las artes visuales?
Los Ángeles es una gran ciudad para crear arte contemporáneo. No hay jerarquías y todas las disciplinas conviven en armonía. No hay definiciones y esto favorece a la fluidez, a no encasillarse y a tener completa libertad de soporte y técnica. En mi obra hay mucho de la ciudad, pero más por influencia que por intención. Muchos me han ubicado junto a los movimientos de la bahía de San Francisco o a las expresiones del sur de California, pero yo no me siento cómodo en esos grupos. Seguramente hay algo de ellos en mi trabajo porque son una influencia importante, pero me siento diferente a ellos.
Vaya al sitio de Mark Dean Veca
Texto: Dolores Garnica
Fotos: Carolina López
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