Cuando lo veo escrito me parece que se lee muy mal, pero creo que el fondo justifica la forma. Me explico: parece que Jorge Vergara, flamante dueño de las Chivas, está más preocupado por la producción de telenovelas que por manejar acertadamente a su equipo. Entonces, se me ocurre que el nombre de la productora podría ser Vergavisa Productions, y entonces cuando lo veo escrito me parece que se lee muy mal, pero creo que el fondo justifica la forma. (Y este primer párrafo puede repetirse ad nauseam.)
No bien había terminado la telenovela El bravo Omar (que primero tuvo final épico con el Omar Bravo desafiando al dueño yéndose del equpo y luego un epílogo patético con el protagonista mendigando), cuando Jorge Vergara se lanzó al ruedo para presentarnos una nueva entrega, que bien podría titularse Conflictos Moral(es), protagonizada por Ramoncito y el primer actor Rafael Lebrija.
Argumento: Chivas (Jorgito) ya no quiere a Ramón Morales porque, dicen por ahí, se la pasa de grillo en el vestidor. Para eso, mejor que se vaya a hacer olas a Chivas USA. Rafael, como buen villano, hace de corifeo al dueño. Ramoncito (mártir) se niega a dejar el equipo. Se dicen de cosas, se avientan las muñecas y, al final, ni felices ni contentos anuncian un pacto en el que Ramoncito gana menos (pero cobra sin jugar), Jorgito promete dejarlo ir a donde quiera en verano (pero sin grillar) y Lebrija aplaude (pero sin ganas ni gracia).
Así, se le pone punto final a la carrera de uno de los jugadores estelares del Guadalajara. En estos tiempos en los que los equipos mexicanos carecen de ídolos, Ramón Morales era uno de los pocos a los que la afición quería, y quería bien. Alejado de los escándalos (al menos públicos) y concentrado en eludir rivales por la banda izquierda, se convirtió en uno de los emblemas del Guadalajara y en el refugio de los seguidores cuando se fueron el Bofo Bautista y Omar Bravo. Éste parecito ya está de regreso en la Chivas (con más pena que gloria), pero Morales ya no estará ahí para auxiliarlos. Una lástima, creemos acá, porque la verdad pensamos que fue un muy buen jugador. Sin embargo, reconocemos que sus mejores tiempos ya más bien van de salida.
Ya veremos, en seis meses, qué epílogo nos regalan para esta novela. Y esperamos, desde ya, la próxima entrega de Vergavisa Productions.
* La foto que ilustra este post es de Tonatiuh Figueroa