Prefiero morir a vivir sin internet

La declaración exacta dice: “Prefiero 10 años de cárcel antes de que se me prohíban internet y el celular”, como reportó la agencia noticiosa DYN, y es creación de una de las tres adolescentes condenadas a vivir un año sin conexión a la red ni teléfono móvil por protagonizar una escandalosa pelea en la vía pública, en la ciudad de Posadas, Argentina.

Los hechos ocurrieron antes de que se iniciaran los ensayos de la Estudiantina, un tradicional desfile en la capital de Misiones. Dos de las chicas se hicieron de palabras y se liaron a golpes en la avenida Costanera. La tercera se inmiscuyó en la rebatinga y al final todas, que tienen entre 16 y 17 años, fueron exhibidas en YouTube, en el video que un testigo grabó con su teléfono.

La pelea es como cualquier otra entre adolescentes y que tanto escandalizan a padres de familia, académicos y medios de comunicación: desgreñones, puñetazos, patadas, empujones y mentadas de madre. Nada que YouTube no haya mostrado en otra ocasión. Lo que me parece curioso es la sentencia, dictada a mediados de octubre por la jueza Correccional y de Menores Marcela Leiva. El mejor castigo para las chicas, consideró la juzgadora, es cortarles el acceso a las tecnologías de comunicación. Nada de trabajo social ni días en la correccional ni golpes con una caña mojada: mejor enviarlas al ostracismo social. “Tengo cientos de amigos. ¿Cómo me comunico con ellos?”, se lamentó la adolescente citada por DYN sobre la sentencia.

Si sentencias parecidas se produjeran en México, seguro bajarían las ganancias de los proveedores de servicios de comunicación, con tantas escenas de peleas en secundarias y preparatorias poblando YouTube y otros canales de videos. Los usuarios nos hemos divertido con casi cualquier género de madrazos. El más reciente es el de las peleas en lodo en centros universitarios, como el que notificó la prensa sucedido en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías, de la Universidad de Guadalajara. También hemos incursionado en el erotismo y el softcore, con clásicos como el de las encueradas de la prepa 12 o la chica Telcel (video no apto para verse en el trabajo: NSFW), pero ésos pertenecen a otro género que conviene tratar en otra ocasión.

Aunque la medida de la jueza Leiva, quien actuó a solicitud de los padres de una de las menores, es discrecional y poco constructiva para una cultura de no violencia entre los adolescentes, como castigo seguramente es muy duro en una generación nativa en las tecnologías de comunicación. No sé a qué edad tuvieron ustedes su primer teléfono móvil, pero lo común se va haciendo que los niños lo tengan a los nueve años.

Internet, incluso a costa de los impuestos retrógradas del Congreso de México, es un servicio indispensable no sólo para la comunicación interpersonal, sino para la consulta de información, el entretenimiento o la realización de trámites oficiales. (Apostilla innecesaria: con el impuesto de 3 por ciento a las telecomunicaciones en México, hasta pagar impuestos podría ser causa de gravamen… Qué grandes nuestros legisladores).

Por eso es grandiosa la declaración de esta señorita, porque supone que la vida se vive mejor en línea.