El perro y el mar de mierda

Llegamos a echarle aire a las llantas de una bicicleta a la gasolinera de Alcalde y Circunvalación, en Guadalajara. Ahí nos topamos con el mar de mierda. Primera reacción: “Órales, es un cagadero público, un cementerio de heces humanas”. La historia siguió en la mente, con decenas de vagabundos inspeccionando ese rincón de la gasolinera, cada noche, para defecar su tristeza.

Pronto notamos el error: el mar de mierda era del chucho que habita dentro de ese enrejado. Dejamos constancia de la mierda de personas que se dicen dueñas del can. Y acá están las fotos.

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3 comentarios sobre “El perro y el mar de mierda”

  1. Jajajaja!!!!! Parece que al perro no le parecio la exhibida que le diste a el y a sus «dueños» Aplicara aqui el dicho de » Anda entre la mierda y no se embarra» Saludos

  2. Pienso que deberian de demandarlos, ya que el espacio es muy pequeno para ese perro y vive de muy mala manera. Probablemente no lo limpian por que pasa mucho tiempo solo…solo utilizan el perro para que cuide la casa…que habra en la casa?…ojo…

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