En México y en América Latina puede ocurrir cualquier cosa. Pero lo más chistoso del caso mexicano es el término de “empresas socialmente responsables”, que en este país se emplea para medir el compromiso de las compañías privadas con el desarrollo social de la comunidad. Muchas veces estos términos vienen expresados en los indescifrables conceptos de “visión” y “misión” de las empresas, el supuesto ADN de su ética de trabajo.
El término de “empresa socialmente responsable” se utiliza sobre todo para hablar de la atención que ponen las compañías con el medio ambiente o con la promoción de las buenas causas. Lo cierto es que muchas veces esos arrebatos de humanidad son retribuidos generosamente por el Estado, en conceptos como retribución o reducción de impuestos.
Aquí presentamos algunos casos aberrantes de nula responsabilidad social, que debería ser una prioridad intrínseca de las empresas. Pero eso es un sueño guajiro de este Sensacional D:
1. Zeta Gas
El camioncito de la imagen fue captado en la avenida Federalismo, en su cruce con la calle Pedro Moreno, en Guadalajara. Fue poco antes de las 16:00 horas. La foto no lo muestra, pero la unidad arrojaba un humo más negro que las entrañas de este Sensacional D y su conductor se comportaba de la manera menos civilizada posible: la calle era suya y por tanto podía cambiar de carril y avanzar a cualquier velocidad requerida, sin importar la línea de circulación.
Felicidades, Zeta Gas. Sus unidades no sólo por el espantoso estribillo de “Zeta, Zeta, Zeta Gas”, que invade cualquier privacidad, sino por contaminar y circular a toda velocidad como una bomba en potencia. Gracias.
2. Pepsi Cola
¿Qué importa la carga vehicular si lo importante es hacer negocio, sobre todo privado? A los conductores de las unidades de Pepsi Cola les vale un comino la hora y la avenida por la que circulan. Aquí presentamos dos casos, captados el mismo día, de camiones que hacen su chamba obstruyendo el tráfico de las avenidas de Guadalajara.
Este primero fue captado como a las 14:30 horas, en la avenida Circunvalación, afuera de un restaurante de mariscos muy cerca de la avenida Federalismo. La unidad interrumpía uno de los tres carriles de circulación. No es la primera vez que vemos la acción, que se trata de algo recurrente: el lucro privado sobre la movilidad urbana y los índices de emisión de contaminantes. Gracias, Pepsi, sigue por ese camino.
Esta otra unidad de Pepsi Cola la captamos con la cámara el mismo día. Se encuentra sobre la avenida Belisario Domínguez, a unas cuadras del Centro Médico de Occidente. También bloquea uno de los carriles de la avenida y obliga a los demás automotores a hacer alto y cambiar de carril. Pero repetimos: ¿qué importa la vida de la ciudad, si lo importante es lucrar para beneficio personal?
3. Coca Cola
Este pequeño vehículo de la Coca Cola, que obstruye el paso peatonal, fue captado el mismo día que tomamos las fotos de Pepsi Cola. El auto de la coca, parado afuera de una tienda, se encuentra en la esquina de Pensador Mexicano y Dr. Reyes Flores, en la colonia Sector Reforma. La foto se tomó poco después de las 16:00 horas.
Se trata de empresas socialmente responsables, muy a la usanza del tercer mundo con beneficios para el llamado primer mundo. Benditas sean las corporaciones.