El artista tapatío Eduardo Naranjo publicó una carta este martes en el periódico Público-Milenio verdaderamente escalofriante: cuenta cómo fue detenido por unos policías de Guadalajara, quienes insistían en que Naranjo portaba drogas y lo obligaron a quitarse los zapatos, los calcetines y permitirles ver debajo de sus calzoncillos. La tituló “Vejación o quiero verte hasta los testículos”. Al final de su carta, Naranjo exige una respuesta del jefe de la Policía de la ciudad, Macedonio Tamez, quien por supuesto guardó silencio.
La reproducimos íntegra la carta de Naranjo (el link original, aquí):
Vejación o quiero verte hasta los testículos
La noche del 16 de mayo, como a eso de las 20:15, transitaba por Federalismo a la altura de Garibaldi, donde me topé con unos policías motorizados. Me hicieron una seña para que me parara. Muy ingenuo, pensé que bastaría con mostrar mi IFE y decirles adiós. Para mi sorpresa, me pidieron que sacara todo lo que traía. Mis manos temblaron, como de costumbre para mí, y ahí empezó el pedo.
Mi brazo tatuado fue el gancho para decirme: “Si traes broncas [drogas], dilo, porque esa temblorina me hace pensar mal”. Después de revisar que no trajera nada en las bolsas del pantalón, me dijo: “Quítate los zapatos”. Lo hice de uno en uno y luego me hizo quitarles las plantillas y quitarme los calcetines y que los volteara para ver que no tenía nada en ellos ni entre los dedos de los pies. Siguió con su onda de “Esa tembladera, la neta, me saca de onda. Te voy a hacer la última y si no traes nada ahora sí que disculpa”. Le dije “No manches, esto sí que está mal. Me vas a encuerar en la calle, qué mal rollo”.
Y esta fue la más cruel y gacha onda que me ha pasado en la vida. Me dijo: “Desabrocha tu cinturón” y llamando a su compañero: “Pareja [el otro policía], ponte de este lado para que tapes”. Volviendo conmigo: “No te bajes los pantalones, sólo jala el bóxer hacia el frente. Ahora levántate los huevos. Chale, güey, ora sí que te pegué un basculón y no traes ni madres. Chale, perdón, pero ya está. Sale”.
¿Estos son nuestros policías superestudiados en la academia? Espero y nunca le toque a una morra pasar por estas revisiones de rutina, porque le pueden ver hasta su vagina. Yo no tengo pedo con las drogas porque no las uso, pero otra cosa que veo es que van tras de los adictos, no contra los vendedores, que aparte ellos ya hasta han de saber en dónde venden y ni les hacen nada.
Les pido a esas llamadas “autoridades” que no se dejen llevar por las apariencias. Hay mucha gente que se mete hasta lo que no y ni les dicen nada sólo porque esos están bien peinados y bien vestidos según Carreño. ¿O qué, cuál es el parámetro? Digo, para saber.
Señor jefe de la Policía, espero que nunca le toque a usted ni a ninguno de sus parientes pasar por lo que yo pasé, porque esa cosa llamada dignidad se le jode a uno por un buen rato y se le seca a uno hasta la boca nada más de recordar. Espero una respuesta de su parte.
Vía: Público-Milenio
Otros casos de abuso policial en Guadalajara:
Que miedo, me recordaron a Zed, el policia violador de Pulp Fiction, que asco de «servidores públicos».
Estimado Eduardo Naranjo:
Menos mal que no te pasó más que el susto.
Y es que, cómo decirlo… para vivir algo así se necesitan huevos… no, no, no… Quiero decir que en situaciones así hay que demostrar la hombría… no, tampoco… este…
Bueno, afortunadamente el mal de parkinson no es delito.
Saludos y parabienes.
mmmmmmmta..
por eso le tengo mas miedo a los policias que a los ladrones
Show me your genitals.
En realidad no tiene nada que ver, pero me recordó a esta obra maestra de la música.