Gari Kasparov ofrecía tranquilo una de sus conferencias políticas, ahora que se volvió un detestado del gobierno de Vladimir Putin, cuando apareció de la nada un curioso objeto volador, de doble hélice y glande gigantesco. ¡Era el pene volador!
Mal momento para el condenado pene, pues el rey del ajedrez parlaba sobre la necesidad de restaurar la democracia en Rusia, de la irrenunciable defensa de los derechos humanos, la urgente unión de la oposición rusa.
Quizá el pene volador no ponía atención, porque apareció y enloqueció a la audiencia. Por suerte estaban a mano sus guardaespaldas, que pronto terminaron con el bochornoso aparatejo. Se dice que este tipo de bromitas son obra de Putin y sus secuaces, para ridiculizar a los opositores.
El sábado pasado, Kasparov presentó un parlamento alternativo, con 500 diputados que representan a todas las oposiciones en Rusia, desde los nacionales-bolcheviques hasta los ultraliberales, quienes según la nota de AFP “juraron no escatimar fuerzas ni su vida para restablecer en Rusia la soberanía y el poder del pueblo”.
Y con ustedes, el peniscóptero: