Y bueno. La memoria es una cosa extraña. El triunfo de anoche de la Selección Mexicana hizo que viniera a la mente la frase que encabeza este post y que es autoría, ya se sabe, del hijoputa de Luis Echeverría, ex presidente de México hace ya bastantes ayeres. El caso es que sirve para condensar, en muy pocas palabras, lo que sucedió ayer en el estadio Azteca: gracias a su victoria de 1-0 sobre Honduras, México subió de puesto en su grupo, se ubicó en el segundo lugar sólo debajo de Estados Unidos por un punto y dio un paso hacia adelante en su camino a Sudáfrica 2010. Arriba y adelante pues.
Del partido hay muy poco qué decir. Los eufóricos auguraban una goliza de parte de México, luego de ver la actuación del Tri en Costa Rica. Con lo que no contaban era con que Honduras iba a llegar al Azteca echado atrás y sin muchas ganas de hacer un buen juego. Así, los verdes se toparon una pared blanca y un portero Valladares inspirado, que paró todo lo que le aventaron. Y las que no paró él, las falló Miguel Sabah, que estaba chingue y jode que quería jugar y, al final, terminó desperdiciando tres jugadas más claras que el agua.
En fin. El caso es que México ganó el juego con un penal ejectuado por Cuauhtémoc Blanco y todos salieron felices y contentos. Quedan dos partidos: contra El Salvador en el Azteca y contra Trinidad y Tobago, como visitantes. México ya tiene seguro y el repechaje y, si todo sale según el plan, calificará sin ningún problema al Mundial.
- Abajo y atrás
Y ahora parafraseamos la frase para mencionar, aunque sea de rapidín, uno de los temas que está dando mucho, pero mucho de qué hablar allá en el Cono Sur. Resulta que Argentina, la poderosa Argentina, está a nada de quedar fuera del Mundial. Y ahora sí parece que ni la mano de Dios podrá hacer algo para aliviarlos.
Lo peor que le pudo pasar a Maradona para dejar de ser el ídolo argentino fue que lo pusieran a dirigir a la selección. El Diego no ha podido poner orden en el seleccionado pampero y ahora están en zona de repechaje. El sábado perdieron contra Brasil y ayer lo hicieron contra Paraguay. Como consecuencia, la prensa argentina está destrozando al ídolo, cuestionando severamente sus capacidades como técnico y, además, catalogando como «impensable» que Argentina tenga que jugar un partido de repesca contra un equipo de Concacaf que, para como están las cosas, todo parece apuntar que será Costa Rica.
Así, si las cosas no cambian, existen grandes posibilidades de Lionel Messi, considerado como uno de los mejores jugadores del mundo, no vaya al Mundial, lo que sería un desastre, sobre todo, para sus patrocinadores.