¿Dónde está el humor?

Dicen que los mexicanos somos bien alivianados. Que somos tan especiales, que hasta nos burlamos de la muerte. Es más, Alex Lora canta en una de sus rolas que «somos los únicos capaces de reírnos de nuestras desgracias». ¿Será?

Ponemos la duda en el aire por el nuevo argüende que cimbra las entrañas del futbol nacional: que en El Salvador, los aficionados futboleros se están organizando para ir todos con tapabocas al estadio el próximo sábado, y apoyar así a su selección en el partido que sostendrá contra el equipo mexicano, como parte de la eliminatoria al Mundial de Sudáfrica 2010. ¿De dónde la idea? Ya se sabe: de la famosa Influenza-Que-No-Debe-Ser-Nombrada.

Y en México la gente se rompe las vestiduras, los medios convierten el asunto en su nota de ocho (la más importante, pues) y todos alzan la voz como si estuvieran viendo al mismísimo Masiosare, ese extraño enemigo, profanar con sus plantas el suelo. Hay que aguantar la carrilla: aquí el diario Record mandó hacer monitos vudú para el partido contra Estados Unidos y eso sí nos pareció divertidísimo.

Señores, por favor, ¡más sentido del humor! ¿Que los salvadoreños van a ir con cubrebocas? ¡Qué chingón! (Allá ellos porque son incomodísimos.) ¿Que traen mandilitos con unos puerquitos estampados? ¿Y? ¿Ya por eso vamos a sentarnos a llorar? El asunto me recuerda al ambiente que reinaba en la escena panbolera nacional cuando Vergara, el dueño de las Chivas, comenzó con sus desplegados: hubo concierto de vestiduras rotas.

¿Pues no que nos reíamos de todo? Venga, hay que reconocer la creatividad del hermano pueblo salvadoreño de cara a la eliminatoria mundialista. Ya les tocará venir y a nosotros encontrar algo de qué burlarnos.

El que se ríe se lleva, y el que se lleva se aguanta.