Wayne Shorter abrió la fiesta musical

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Ni ellos sabían qué iban a tocar.

Íbamos con la expectativa de oír a una leyenda del jazz, Wayne Shorter, con una banda de superestrellas. Danilo Pérez (piano), John Patitucci (bajo) y Brian Blade (batería) son músicos reconocidísimos, versátiles, y líderes de sus propias bandas.

No tiene mucho sentido decir cómo sonó aquello porque la música debería oirse, nada más.

El jazz que tocaron no es del que uno suele escuchar en Starbucks mientras se toma una bebida con nombre italo-americano. Tampoco algo con la contundencia rítmica de los géneros de moda, de los que Danilo Pérez se burlaba en la conferencia de prensa de ayer: el sonsonete rítmico hace que los escuchas, enchufados a sus iPods, no hagan mas que decir que sí con la cabeza a ritmo zombie. Si, si, si. ¿Por qué no hay música que haga que nuestra cabeza diga no?

El concierto de ayer me recordó que la música no se hace nunca solo. La improvisación es un modo de diálogo. No había un estructura de solos como los que se escuchan cuando una banda toca standards en un café bohemio (Ya saben: un músico luce sus habilidades de improvisación mientras los otros bajan la intensidad o de a tiro se callan). La improvisación tenía que ver más con el diálogo entre músicos. Shorter proponía un tema (eso es lo que significa «composición» en el lenguaje del jazz), a veces con el saxo tenor, a veces con el soprano, y el resto de los músicos respondía con sus propias ideas: una variación de tono, un ritmo, otra línea melódica debajo/arriba/en respuesta. Danilo Pérez sonaba como la bisagra de la banda: podía proponer ritmos a los que se acoplaban sus colegas del bajo (John Patitucci, al que le faltó volumen en la amplificación) o de la batería (Brian Blade), y también podía llevar pin-ponear con Shorter en las melodías.

Las posibilidades de ese juego son infinitas. Parecía que el cuarteto jugaba a las manitas calientes, con toda la atención puesta a los movimientos del otro, prestos para reaccionar. Y Shorter, a pesar de que se lucía por momentos (a mi me gustó más con el saxo soprano), demostró que es un viejo sabio porque entiende que el éxito de su cuarteto no se basa en su propio brillo, sino en lo que pueden tejer entre todos. Eso hizo que Brian Blade, por ser el baterista, fuera el más aplaudido: tiene una forma de marcar tiempos poco convencional, de mezclar tiempos, y sobre todo, la intensidad de los grandes, como Tony WIlliams o Elvin Jones.

A., mi esposa, estaba un poco aburrida cuando bajaban el tempo. Me susurraba aquello que solía gritarle un habitual de conciertos de rock a las bandas que se aplatanaban: ¡Más rápidooooooo!!! En fin, lo que único que esto demuestra es que el concierto no lleva al éxtasis a todos. (De hecho mucha gente empezó a irse como a los cuarenta minutos del concierto. Para los que nos quedamos, eso estuvo muy bien, porque pudimos sentarnos).

La Expo estaba llena. El grupo tocó poco más de una hora. Intentaron irse a descansar tres veces. Y tres veces les aplaudimos para que volvieran. Y volvieron a dar más.
Una hora con cuarenta minutos en total.

Por cierto, he buscado en Youtube algún video de un aficionado, porque ayer vi hartas camaritas (como suele suceder ahora en los conciertos). Pero nadie, nadie, ha subido nada. Si alguien lo hace, avísenos, no sean gachos, porque esto debe escucharse y verse.

Esta noche toca Ozomatli. Aquí puedes escuchar una entrevista previa con ellos. Es a las 9:00 en la Explanada.

Texto: José Miguel Tomasena
Foto: Gonzalo García/FIL

Actualización [12:47 horas]:

Merch nos compartió su video de Shorter publicado en YouTube y aquí lo pasamos a la gente bonita:

7 comentarios sobre “Wayne Shorter abrió la fiesta musical”

  1. Yo tomé video, pero mi conexión en casa aburre de lenta. Mañana estarán en youtube (tomé practicamente todo el concierto, incluídos los tres encores).

    Coincido que el volumen del bajo no fue el adecuado.

    La verdad no tuvo desperdicio este primer concierto de la FIL 2009: estuvo genial (incluyendo las partes donde le bajaron el ritmo).

    Suban una foto de las que tomó Juan: que para eso estaba ahí…jajaja.

  2. Ya subieron algunas imagénes del concierto que, sobra decirlo, estuvo poca madre…

    gracias lizeis por la apreciación… tal vez no sean las mejores, debo admitir que gano la prisa…

    va un saludo, nos vemos en la explanada

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